Alumnos usan baños con pozos sépticos

El presidente de la Junta Escolar de la Unidad Educativa Túpac Amaru, Genaro Choque, aseguró que los alumnos asisten a este establecimiento con el riesgo de adquirir alguna enfermedad Debido a la contaminación del ambiente dado que los baños que utilizan, tanto jóvenes como señoritas, funcionan con pozos sépticos.

Asimismo, aclaró que éstos despiden olores dañando la salud de los estudiantes.

El dirigente de la Junta Escolar dio a conocer que este y otros problemas de infraestructura son la preocupación desde hace mucho tiempo atrás a pesar de que las autoridades de educación del Municipio, han comprometido una mayor atención, pero solo se han limitado a otorgarles algunas tuberías para el techo de las aulas.

“Nuestra preocupación es que producto de los malos olores que despide el pozo séptico que tenemos dañe la salud de nuestros estudiantes, porque en muchas de las ocasiones en las que se llena, hemos tenido rebalses con olores insoportables y lo peor, en horas de clases, por eso hemos pedido a las autoridades del municipio que nos instalen la red de alcantarillado, pero nunca nos han hecho caso”, señaló el dirigente.

De la misma manera la infraestructura del establecimiento está completamente deteriorada, como las mismas aulas, y su mobiliario, bancos que datan desde hace muchos años atrás que no han sido reemplazados hasta la fecha.

Lo poco de mejoramiento que tiene en el momento la Unidad Educativa Túpac Amaru, fue gracias al aporte económico de los padres de familia, en muchas de las ocasiones, y el trabajo comunitarios de los mismos, sin que el Municipio cumpla con lo prometido.

Lavamanos, piletas y las mismas puertas de los baños, tanto de jóvenes como de señoritas, se encuentran deteriorados, con el riesgo de que, en cualquier momento, puedan desplomarse por la antigüedad que tiene dicha infraestructura.

Otro de los gastos económicos que deben erogar los propios padres de familia es para sacar las aguas servidas que se acumulan en el pozo séptico que de manera frecuente y por lo menos cada dos semanas deben pagar la suma de 15 bolivianos al carro que se encarga de succionar los desechos.