Aspectos de la demanda de Bolivia ante la CIJ

Todavía por algún tiempo se hablará de la demanda de Bolivia contra Chile ante la CIJ, lo que es lógico porque nos interesa a todos. Y como el opinar es libre, y con el fin de tener un conocimiento aproximado de lo que puede suceder en La Haya, nos permitimos hacer un análisis de los aspectos de la mencionada demanda.

ASPECTO HISTÓRICO

Todos estamos de acuerdo con que la demanda contra Chile ante la CIJ está relacionada con la historia y justificada por la injusticia de Chile que causó el enclaustramiento de Bolivia mediante una invasión, dejándola sin salida al mar. Lo que Bolivia nunca dejó de reclamar, por lo que hubo conversaciones y promesas de Chile mediante presidentes, cancilleres y representantes oficiales para solucionar el problema del enclaustramiento. Carlos Mesa, historiador - periodista, en su condición de representante oficial de Bolivia hizo una buena labor de información a nivel internacional y defensa en La Haya.

ASPECTO JURÍDICO

Siempre se ha dicho que Bolivia carece de una política de Estado sobre el problema del enclaustramiento. En ese contexto, consideramos que la demanda de Bolivia contra Chile ante la CIJ refleja esa deficiencia. En efecto, si bien la demanda se justifica en el aspecto histórico, no sucede lo mismo en el jurídico que, en este caso, es fundamental, decisivo y definitivo, porque se acudió ante un alto tribunal de justicia internacional, donde sólo tiene preponderancia el aspecto legal o jurídico exclusivamente.

ASPECTO ÉTICO

Hay un dicho popular: “Toda promesa es deuda”. Una promesa es moralmente exigible, pero no jurídicamente, salvo que esté plasmada o materializada en un documento o acuerdo para su ejecución. En el caso de la demanda de Bolivia contra Chile, sabemos que hubo conversaciones y promesas desde hace tiempo para dar solución al problema del enclaustramiento, por ejemplo se habló de enclave, corredor, al norte de Arica, al sur de Arica, con compensación, sin compensación, etc., etc., pero que no se plasmó en algo concreto, es decir, faltó la puntada final, o sea, concretar un acuerdo, refrendado mediante plebiscito popular y/o el congreso, como en el caso de Panamá, el acuerdo Torrijos - Carter.

Aquí consideramos necesario citar la noticia publicada en EL DIARIO de 13/05/15, del periódico “La Tercera” de Chile, que hace comentarios sobre la delegación o equipo de Bolivia, donde se afirma que el ex canciller argelino Mohamed Bedjaqui, es uno de los “asesores invisibles” que apoya a Bolivia, quien estuvo en Santa Cruz el 13/04/15 cuando Evo Morales sostuvo la última reunión reservada con el equipo de abogados extranjeros de la demanda. “Varios miembros de la delegación boliviana reconocieron que Bedjaqui es uno de los principales autores de la tesis de la obligación de negociar a partir de actos unilaterales”.

Esta tesis, posiblemente haya influido en el equipo jurídico boliviano, porque coincide con la demanda de Bolivia. Lo que consideramos algo delicado, porque implica una fisura en la demanda, que Eduardo Rodríguez Veltzé debía cuidar por su condición de abogado, porque nadie puede demandar a nadie con base en promesas unilaterales, inconcretas, es decir, promesas sin acuerdo refrendado por plebiscito y/o Congreso, menos ante un tribunal como el de La Haya, salvo en la vía de conciliación, pero no demanda formal.

ASPECTO POLÍTICO

Según García Linera, el proceso de la demanda marítima, desde sus inicios en 2013, se sustenta en tres pilares fundamentales: 1) Estabilidad y continuidad política, que ha permitido al Gobierno tener conocimiento de la política de Chile hacia Bolivia y ha probado todos los caminos previos antes de ir a un litigio ante la CIJ. 2) Estabilidad social, que logró articular de manera política un solo discurso… 3) destaca que Evo Morales decidió personalmente demandar a Chile.

Posiblemente los aspectos mencionados han influido en la decisión de Morales para demandar a Chile ante la CIJ, lo que consideramos un mérito histórico, pero… esperemos el fallo de la Corte.

ASPECTO PROCEDIMENTAL

Durante el proceso, el equipo jurídico incurrió en varios errores garrafales: 1) No se percató de la composición de los jueces de la CIJ. 2) No pidió la excusa del Juez Cristopher Greenwood, ex asesor de Chile en el juicio contra el Perú, quien hizo a Bolivia una pregunta aleccionada. 3) Por intermedio del tribunal, debía hacerse a Chile la siguiente pregunta: ¿Hubo o no conversaciones y promesas de Chile a Bolivia para solucionar el problema del enclaustramiento?

Por otra parte, la pregunta del juez Hisashi Owada no significa que La Haya esté tocando el tema de fondo, primero tiene que resolver la excepción de incompetencia.

En todo caso, Evo Morales, Álvaro García Linera y David Choquehuanca no conocen ni la teoría ni la práctica de la ciencia del derecho, aspecto fundamental o sine qua non para demandar jurídicamente, lo demuestra el experimento del “cambio de la justicia” mediante voto universal, el mismo que resultó un fracaso y hoy se encuentra en estado de putrefacción, al igual que el Órgano Electoral, que ignora la primacía de la Constitución Política del Estado Plurinacional sobre la Ley Electoral, ya que, por haber dado a conocer una encuesta u opinión, anuló la personería de un partido político en el Beni. Por ello esperamos que la “Cumbre de la Justicia”, que auspiciará el Gobierno, no sea otro experimento unilateral que empeore las cosas.

El autor es rentista del Poder Judicial.