El pan te vuelve zonzo

“No comas tanto pan, hijita, el pan te vuelve zonza” así le decía una madre boliviana a su hija Macacha cuando las familias bolivianas sufrían épocas de crisis por la baja de nuestros minerales.

Ese pasaje en el vida de mi reportera me enterneció al pensar que vivimos una crisis más y adivino que la marraqueta nuestra de cada día subirá de precio de 40 a 50 centavos la unidad, y cuando sube el pan sube todo.

La pícara periodista continúo nuestro diálogo diciéndome: “seguramente usted comió mucho pan en su vida, compadrituy, porque a veces lo veo bastante zoncito -como ahora- que lo veo preocupado por el precio del pan, mientras a nuestro alrededor la cholada ya está derrochando su dinero ante la próxima llegada de la fiesta del Señor del Gran Poder…”.

Quise explicar a la cholita cochabambina el valor simbólico del precio del pan en nuestra sociedad boliviana, pero la perspicaz periodista me tapó la boca con su mano y me dijo: “en nuestro país hay precios más importantes que el del pan como el de la cerveza, las tarifas elevadísimas que cobran “los chusus” también conocidos como los soplalatas, y otras cosas más…”.

Tratando de imponer algo de seriedad en nuestra conversación, dije a la cochalita que el precio del pan es tan importante que ya en las épocas del Imperio Romano sus gobernantes inventaron el lema “Panem et circensis” para mantener tranquilos a los pueblos dominados, palabras que al menos fueron aceptadas por la indocta cholita nacida en Quillacollo.

Sin embargo, la cholita que nunca se da por vencida me lanzó a la cara su observación del ambiente que reina en nuestro país y me dijo: “A nadie le importa el precio de la marraqueta nuestra de cada día porque ahora estamos viviendo la emoción de que muy pronto (en el mes de julio) nos visitará el Papa Francisco, quien ofrecerá a todos los bolivianos el Pan de la Vida Eterna, que es la Eucaristía, ante el cual el precio de la marraqueta importará nada.

Como a mi colega periodista y pariente espiritual no se le pasa detalle alguno, me manifestó que todos nuestros gobernantes comunistas y por tanto materialistas y ateos no recibirán el Pan de la Vida Eterna que les ofrecerá el Sumo Pontífice y preferirán morder la barata marraqueta boliviana que llevarán en sus bolsillos.

Así transcurrió nuestra jornada periodística destinada a señalar que si la marraqueta sube a cincuenta centavos, su impacto popular será mínimo, pero todo subirá, aunque los bolivianos comemos poco pan porque nuestras madres, al igual que la mamá de Macacha, nos dijeron hace muchos años esa petición tan conmovedora de “no comas tanto pan, hijito, porque el pan te volverá zonzo…”

A continuación, nos dirigimos a la zona del Gran Poder, donde Macacha entregó mucho dinero para pagar a los músicos que alegrarán nuestros bailes en esa zona feliz, donde la música es más importante que la marraqueta nuestra de cada día.