Pan y política

Tal vez, el pan fue el principal alimento que ayudó a la humanidad a soportar los rigores del hambre causados por el lento desarrollo de una incipiente civilización. Empero, a lo largo de siglos y siglos, el pan continúa en aquel puesto de privilegio, alimentando a moros y cristianos, a pobres y ricos.

En la situación especial de Bolivia, el pan además de elemental alimento de la población y de todas las clases sociales, siempre fue y será una bomba de tiempo, cuyo estallido conocido en diversas épocas y gobiernos, convulsionó a la sociedad, defenestrando en muchas ocasiones a gobiernos y alcaldes que osaron elevar el precio de tan indispensable producto.

En la actualidad, el pan además de elemento indispensable, es un elemento de profundas raíces políticas pues, altera la vida misma del país y hace de termómetro económico. Si sube el pan, sube toda la canasta familiar y por supuesto la temperatura política.

En tal sentido, el Gobierno ha buscado la producción masiva de pan, recurriendo a las panaderías de las Fuerzas Armadas, recordando situaciones de conflicto ocurridas en anteriores ocasiones.