Guerra de cifras

La pelea es dura. El gobierno dice, asegura, jura y rejura: el crecimiento del primer cuatrimestre superó la tasa de 5% y el de todo el año será mayor aún. Pero la realidad muestra que las exportaciones han caído en más de 30% y en algunos rubros, como el azúcar, llegan a caer en 99%.

Si está para transmitir por radio ese espectáculo, salvo que quieras mirar para otro lado.

El gobierno está firme. El propio presidente Evo Morales ha dicho que los empresarios deben tomar previsiones porque en diciembre deberán pagar, de todos modos, por tercer año consecutivo, el segundo aguinaldo.

Eso lo dice el gobierno mientras despide a los trabajadores de Enatex, rebaja los salarios de los trabajadores de Huanuni, quiere frenar a los arroceros que están decididos a tomar los campos petroleros en caso de que el gobierno no frene el contrabando, etc.

Los empresarios piden que se devalúe la moneda, pero el gobierno les dice que no, que nunca cederá ante la moneda del imperio. Jamás. Y el contrabando de ingreso sube y sube, no sólo de arroz, sino de todo, por la diferencia con las monedas de los vecinos.

Los cooperativistas mineros dicen que el gobierno debería comprar toda la producción que ellos tienen, a precios especiales, para venderla después, cuando las cotizaciones internacionales hayan mejorado. Pero el gobierno dice nones. Para nada. Ni hablar.

Y, además, el gobierno decide estrenarse en el neoliberalismo al suspender el subsidio a la harina para el pan. Ya se había preestrenado con Enatex, cuando anunció el despido de sus trabajadores con el argumento de que una empresa que no rinda utilidades debe ser cerrada. Eso lo dijo el propio vice, sin ruborizarse, con el mismo tono que usaban Jeffrey Sachs y Goni Sánchez de Lozada.

Un ingeniero minero sospecha que el PIB ha sido inflado con el oro peruano que entra de contrabando y se reexporta de inmediato. ¡O sea que el doble aguinaldo se apoya en el contrabando!

Son cosas del proceso del cambio… hacia el neoliberalismo.

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