Pugnas internas, denuncias de irregularidades y recelo ante los medios es el ambiente que se vive en el interior del Tribunal Supremo Electoral, cuyo vicepresidente, Wilfredo Ovando, refiriéndose a la suspensión del vocal Ramiro Paredes, dijo que la sanción o castigo a “faltas muy graves” que hubiere cometido una autoridad electoral es la destitución de su cargo.
Cabe recordar que Paredes enfrenta un proceso disciplinario por “faltas muy graves” a las normas de la institución. Fue acusado de haber participado de una fiesta organizada por militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) por su aniversario natal.
Ovando dijo que de acuerdo a los tiempos fijados para este proceso disciplinario que son de ocho días hábiles, el Órgano Electoral prevé que el fallo se dará a conocer en la primera quincena de junio.