La conquista de la ciudad iraquí de Ramadi, capital de la provincia occidental de Al Anbar, por parte de los yihadistas, ha provocado una nueva crisis humanitaria, con la huida de miles de familias, que hoy se encuentran bloqueadas a las afueras de Bagdad sin refugio y en precarias condiciones.
Los desplazados que huyeron de los combates de Ramadi para salvar sus vidas se encuentran a la intemperie en el puente Bezaibez, en las afueras del oeste de la capital iraquí, ya que las fuerzas de seguridad les impiden entrar en la ciudad.