La dirigencia de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto emitió un pronunciamiento donde se señala que las organizaciones sociales de la urbe se encuentran en estado de emergencia en rechazo a la actitud de los panificadores sobre el intento de incrementar el precio del pan de batalla.
De acuerdo con el máximo ejecutivo de Fejuve, Oscar Ávila, la intención de los panificadores podría incidir principalmente en la canasta familiar de cada uno de los alteños, debido a que en la urbe un 80 por ciento de sus habitantes vive del comercio informal, por lo que el monto que intentan incrementar de 10 centavos afectaría de gran manera a la población.
“Estos afanes de los compañeros panificadores no tiene por qué ser aceptados, mucho menos impuestos, porque como todos sabemos una mayoría de los alteños vive del comercio informal, logrando sus ingresos por día y esa actitud provocaría que inclusive las familias más pobres ya no puedan tener la posibilidad de llevar el pan de cada día para sus hijos y eso es inaceptable”, manifestó Ávila.
Por otro lado, el dirigente advirtió que la decisión de tomar esta actitud, también haría que se provoque el efecto multiplicador, con el alza inminente de todos los productos de primera necesidad, actitud que no solamente sería en la ciudad de El Alto.
Oscar Ávila calificó también a esta actitud como unilateral, por lo que no será permitida porque sería una imposición que no será aceptada especialmente por las diferentes organizaciones sociales que, según el dirigente, están en su mayoría compuestas por ciudadanos dedicados al comercio informal.
“La ciudadanía alteña está dispuesta a movilizarse en cualquier momento en caso de que esta actitud de los compañeros panificadores continúe para, de esta forma, demostrarles que las actitudes unilaterales no funcionan en la ciudad de El Alto, además queremos decirles que de continuar el problema nos organizaremos para contrarrestar de alguna manera la ausencia del pan de batalla en nuestras tiendas de barrio”, señaló el dirigente.
HORNOS
De la misma manera, exhortó a aquellos dueños de hornos que elaboran pan de batalla a que puedan sumarse a la causa de la población para que puedan adquirir harina de Emapa y de este forma continuar elaborando este producto para la gente que tiene una familia de más de cuatro componentes.
Para Ávila, no existe ninguna excusa para que se eleve el precio del pan de batalla, expuso un ejemplo con el peso y la calidad de este producto que generalmente son elaborados solamente por la mayoría de los panaderos con 40 a 45 gramos, siendo que debería ser producido con 60.
Finalmente, condenó el paro de los panificadores calificándolo como un atentado contra la población, afirmando además que de continuar las medidas de protesta también las organizaciones sociales se reunirán para efectuar una resistencia a dicha actitud, de esta forma también denunciaron que no solamente los panificadores han hecho una ganancia con el peso del pan sino que los ingredientes subvencionados sirvieron para elaborar otros productos también.
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