SERGIO APAZA VERA, ENTRENADOR DE FÚTBOL
Mauricio Soria estableció una comparación entre los equipos que diputarán la Copa América e indicó que se encargará de demostrar que Bolivia no está tan lejos como muchos piensan.
En líneas generales en el fútbol mundial, los planteles están equiparados. Lo que cambia es el nivel de angustia con el que se juega, según el compromiso de cada Selección.
Veremos un fútbol de sobrevivientes (jugadores a punto de retirarse) e iniciados (o el chico
que todavía no está formado). Y entonces, los planteles se conforman sin una generación intermedia.
Está claro que para armar un equipo con funcionamiento no se arreglan con cuatro figuras, todos los equipos deberían seguir pautas universales para su construcción, quiero citar algunas, no sin antes anotar que la mayoría de los jugadores en la Copa América llegan después de una temporada padeciendo altas dosis de estrés. Y esto no sólo repercute en
lo mental. La fatiga física será indisimulable. Los mejores del mundo serán la expresión de ese cansancio. Claro que no será fácil sacarlos del centro de la escena. Son jugadores demasiado esenciales para descartarlos elípticamente.
Otro eje fundamental para el funcionamiento, en este caso de la selección Boliviana de fútbol es el eje táctico. Soria apuesta a la recuperación de Ronald Raldes, porque en este momento en el fútbol boliviano no hay un jugador con sus características naturales, además de la experiencia, liderazgo, lectura de juego y ascendencia sobre sus compañeros de equipo, es un líbero natural si el equipo juega con línea de tres en defensa.
Jugar con buenos laterales significa una salida más pura y un óptimo sentido de la profundidad. Al ampliar el campo, los medios perciben algunos beneficios. Si los volantes internos no pueden recibir cómodos, sino se perfilan bien y no son capaces de controlar en un tiempo, se empieza a resentir la cadena de elaboración y el sistema.
Tener un mediocampista central, algo así como el delantero de los defensas y el líbero de los atacantes, que está en todas partes. Que siempre está bien ubicado y distribuye con mucha tranquilidad, con él, el equipo está pensando en defender mientras ataca. El volante central no permite nunca un desfasaje en el medio campo, y ordena constantemente. Y hay otro defensor más… Soria tiene a Walter Veizaga con esas características y otros también.
En el fútbol se relaciona el trabajo con la presión y la pelota parada. Nunca con la creatividad. Para crear hay que tener circuitos afinados y estimulados que sirvan para desestabilizar al rival. Muchas veces los equipos dependen más de la resolución que de lo estrictamente elaborado en la planificación. En este contexto Pablo Escobar y Damián Lizio (porque no Jasmani Campos) se ofrecen permanentemente para crear y generar situaciones que no están en el libreto, producto de su capacidad creativa, se ofrecen para promover los pases en profundidad. Se perfilan sin perder de vista la pelota, observando lo que hacen los rivales, tienen remate de media distancia con capacidad goleadora.
En ataque tenemos delanteros que hacen esa diagonal del borde hacia el corazón del área, que es muy difícil de leer para los centrales y, sin conflictos de ideas para definir, evidencia una cualidad de los grandes delanteros. Tanto Martins como Pedriel son rematadores natos, se asocian bien, fijan a los centrales y permiten gestionar espacios tras la defensa rival.
Lo adecuado es encontrar un equilibrio para que el equipo este compensado, en madurez, técnica, edad, y aun así van a seguir dependiendo de factores como las circunstancias externas que son muy difíciles de manejar.
A partir de esto, habría que hacer un buen diagnóstico del presente boliviano. ¿Qué es lo que ofrece el equipo? ¿Cómo será capaz de sostener su nivel? ¿Qué variantes tiene cómo para solucionar ciertos problemas? ¿Cuál será el comportamiento del equipo en momentos límite? ¿Qué lejos o cerca está de lo que quiere Mauricio Soria?Todo equipo que se digne de ser llamado como tal debe ir de lo colectivo hacia lo individual.
Ninguna táctica ni ningún estilo garantizan el éxito. Por eso, siempre es mejor tratar de llegar por el camino que uno conoce Soria tiene el mérito de haber confiado en sus jugadores y de que el terreno este apto para que Bolivia termine consolidando una idea de juego, aunque el tiempo siempre será insuficiente.
No hablo de los rivales, que también juegan, es cierto, pero nosotros debemos pensar primero en la preparación de nuestros jugadores. México, Chile y Ecuador son equipos que juegan bien, que saldrán a proponer, eso es respetable y lo sabemos. Pero después si juega Alexis o no…más que nada nos dará un parámetro de cómo reaccionamos ante ellos. Lo más importante es jugar bien. Jugar bien es tener equilibrio, tener un equipo con fortaleza mental y táctica, y tener desde lo técnico la calidad que te da cada uno de los jugadores.
A pesar de que nos preocupa ganar, tenemos que intentar que el equipo juegue bien. Si jugamos bien podemos aspirar a algo más. Si no lo hacemos dependemos de la suerte.
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