La situación se agrava en India. Ya son 1.000 las personas que han fallecido por la ola de calor que sacude desde el pasado miércoles el sureste del país, según un nuevo recuento que hicieron público ayer las autoridades locales. Los termómetros alcanzan los 48 grados en algunas regiones.
La mayoría de las víctimas son personas mayores, con más de 50 años, y operarios empleados en obras, informan fuentes sanitarias. Todos murieron por deshidratación, añaden esas mismas fuentes. En Andhra Pradesh, el vicegobernador Nimmakayala Chinarajappa situó en 551 el número de muertes registradas hasta el pasado lunes.
En Telangana, el otro estado más afectado por el fenómeno meteorológico, un portavoz del departamento regional de Gestión de Desastres cifró en 215 el número de muertes registradas desde mediados de abril. Otras 24 personas murieron en el este del país, según publicó la página web FirstPost. 11 murieron en el estado de Odisha y 13, en el de Bengala.
Las autoridades volvieron a hacer un llamado a la población para que extreme las precauciones frente a la actual ola de calor.