En el Teatro al Aire Libre
El monseñor Edmundo Abastoflor exhortó a la conversión de ciudadanos y autoridades de La Paz, para que así con estos valores puedan realizar sus labores administrativas de manera comprometida y transparente.
Señaló que la conversión es la práctica religiosa por la que una persona adopta como propias las creencias de la comunidad a la que se incorpora.
Explicó que todas las iglesias de La Paz cerraron sus puertas, para reunirse en el Teatro al Aire Libre y desde ahí formar un solo corazón, con el fin de celebrar Corpus Christi (en latín, “Cuerpo de Cristo”) o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, una fiesta de la Iglesia Católica destinada a celebrar la Eucaristía.
Indicó que su principal propósito es proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento, recordó que esta celebración se lleva a cabo el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que a su vez tiene lugar el domingo siguiente a Pentecostés (es decir, el Corpus Christi se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección).
Específicamente, el Corpus Christi es el jueves que sigue al noveno domingo después de la primera luna llena de primavera del hemisferio norte.
CUERPO DE CRISTO
Abastoflor pidió vivir el Cuerpo de Cristo, ya que es la ocasión oportuna para de un modo público, en nuestras plazas y calles, dar testimonio de la fe en la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Esta maravilla tan sublime y elevada, a través de la cual el Señor se dona en alimento y remedio, para quien lo recibe con fe, se celebra tradicionalmente el Jueves Santo.
En este día, Jesús dio a sus apóstolos la gran misión de continuar celebrando la cena, a través de los tiempos, ordenando: “Haced esto en memoria mía”.
Al decir esto, apuntó a una realidad fuerte. Cuando se celebra la eucaristía, no se trata de un recuerdo o representación simbólica, sino de un acto. De este modo, creemos que en cuanto el sacerdote invoca el Espíritu Santo, y repite las palabras del Señor en la última cena, el pan y el vino se transforman en Su cuerpo y sangre.
PROCESIÓN
La procesión partió del Teatro al Aire Libre y recorrió por El Prado paceño hasta llegar a la plaza Mayor de San Francisco, donde más de 5 mil personas se dieron cita para conmemorar el Corpus Christi.
Abastoflor indicó que la misa de Corpus Christi es una oportunidad especial para avivar la fe en el amor de Dios. Es Jesús en persona, que no queda encerrado en las paredes de una iglesia, sino que pasa en medio del pueblo y santifica nuestras calles con su presencia.
La asistencia a la Eucaristía, la procesión, el consumir frutas y comida orgánica, hacen culto al cuerpo como regalo de Dios. Añadió que la comunión une al creyente con el sacrificio de Cristo, para el perdón de los pecados.