Camino por el Tipnis ¿retorno de problemas?

Cuando menos se suponía, el país recibió la noticia de que “La Fuerza Binacional de Ingeniería Social Bolivia Venezuela (FBIS-BV) construirá durante este 2015 unos 1.500 kilómetros de carreteras asfaltadas en el norte amazónico e ingresará al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis) para construir la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos”, informó el director de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf). “La misión para la construcción de la carretera ha sido del Ministro de la Presidencia”, sostuvo dicho funcionario.

La carretera proyectada por el Gobierno “destruirá la valiosa biodiversidad del Tipnis, aniquilará a los pueblos indígenas que son dueños legítimos de ese territorio, y sólo beneficiará a empresarios privados y a cultivadores de coca”, dijeron los marchistas y representantes de pueblos de todo el país, según el documento “Evo declara al Tipnis zona ecológica intangible, libre de carreteras”, publicado en octubre de 2011 en la página Web por el Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade).

La carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atraviesa el territorio indígena del Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure (Tipnis) conquistado por los pueblos indígenas, luego de la histórica marcha de 1990. Habitan el territorio, desde mucho antes de la colonización española, pueblos y pequeños asentamientos indígenas moxeños, trinitarios, yuracarés y chimanes y posiblemente pueblos indígenas aislados como los yuquis. Isiboro Sécure se convirtió en Parque Nacional mediante decreto 7401 el 22 de noviembre de 1965, “sus bosques regulan el escurrimiento de las aguas en la llanura y regulan el clima en los valles aledaños altamente productivos. En la región se registran las mayores precipitaciones del país, desde 5.700 mm/año en Villa Tunari disminuyendo hasta aproximadamente 3.500 mm/año en dirección a San Ignacio de Moxos”, señalan antecedentes e informaciones sobre esta región.

El siempre resistido proyecto de construir una carretera que divida al territorio del Tipnis, movilizó el año 2011 a centenares de indígenas en defensa de lo que consideran suyo y como medio de defensa de una riqueza natural que, se dijo entonces, no debe ser vulnerada ni explotada y menos servir a intereses creados y tampoco ser invadida por cultivadores de coca; esa movilización ocasionó que posteriormente se produzca la represión de Chaparina que causó mucho dolor y lágrimas del pueblo del Tipnis y, junto a él, de toda la población nacional que vivió y se condolió de todos los abusos a que fueron sometidos para evitar la marcha y sus reclamos en pos de hacerse oír y entender por las autoridades. Hoy, el Tipnis, con el anuncio de seguir con la carretera, se convierte, con seguridad, en un nuevo problema que no sólo el Gobierno sino el pueblo deberán enfrentar. Es de esperar que el diálogo supere situaciones álgidas que nadie desea, pero, en todo caso, que eviten la división del territorio que es reserva natural.