Roma.- La sequía puede poner en serios aprietos hasta a los estados más ricos, como lo demuestra el caso de California en los Estados Unidos, donde expertos consultados en Roma echan en falta una gestión “más proactiva” para reducir los efectos negativos.
Frente a las tesis del Banco Mundial (BM) y otras organizaciones, que hasta hace poco sostenían que el desarrollo era suficiente para gestionar la sequía, lo sucedido en California “ha demostrado de algún modo lo contrario”, dijo a Efe el responsable de Recursos Hídricos de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Mohamed Bazza.
En Estados Unidos cada estado es libre de implantar su propia estrategia de gestión ante ese problema, algo de lo que carecía California, sumida ahora en su cuarto año de sequía extrema y obligada a adoptar drásticas medidas limitando el consumo de agua, informó Efe.
“Cuanto más desarrollado es un país, más preparado se encuentra frente a la sequía, pero eso no quiere decir que esté completamente protegido”, destacó Bazza.
El especialista defendió que para aumentar dicha protección es necesario, además, contar con un plan de acción antes, durante y después de la sequía, el cual de cierta manera -comentó- también puede servir para la adaptación al cambio climático.