Tiempos difíciles para Bolivia

Muchos bolivianos, en especial los ciudadanos de a pie, están empezando a vivir uno de los períodos más difíciles por varias razones. Los tiempos están cambiando, al igual que las causas que originan problemas, y entre ellas está la corrupción, que ha alcanzado a todos los niveles de la sociedad, es decir en instituciones estatales, Policía nacional a nivel de mando y tropa, al igual que organismos de seguridad, mediante coimas espectaculares.

Las elecciones para Gobernador de la ciudad de La Paz y Alcalde de la ciudad de El Alto tuvieron resultados increíbles, porque la ciudadanía votó contra la corrupción y así lo reconoció el Primer Mandatario, subrayando que el oficialismo perdió esos cargos por la corrupción incontrolable. La economía del país está entrando a un pozo sin fondo porque el costo de vida sube cada día y la clase pobre y necesitada se siente impotente, porque no le alcanza lo poco que gana. El país se ha vuelto dependiente en materia productiva, porque compra en cantidad alimentos y otros artículos para el consumo interno, por producción insuficiente.

Los precios de los alimentos suben, encareciendo la canasta familiar. En las áreas urbanas y rurales hay aguda crisis por fenómenos naturales que destruyen cosechas, trayendo hambre a las comunidades.

La caída de los precios de los minerales e hidrocarburos, aunque se diga lo contrario en los medios oficiales, se está haciendo sentir en todos los sectores de la sociedad boliviana, porque disminuyen las regalías y aportes del Estado a las gobernaciones y alcaldías, al igual que a las universidades. Esté panorama económico difícil está afectando a la seguridad de los ciudadanos, porque aumenta la delincuencia, con asaltos, crímenes, violencia contra niños y mujeres, lo que significa que han bajado los niveles de protección de los ciudadanos, al extremo que ya se piensa en la posibilidad de portar armas para defensa, ya que la policía no garantiza seguridad con su accionar.

El crecimiento permanente del narcotráfico causa más circulación de dinero, que se traduce en la exhibición de autos y construcciones de lujo, que cuando los ve la ciudadanía se queda absorta, preguntando de dónde sale tanto dinero.

El interés político corroe a diversos sectores sociales, provocando división porque promueve la ambición y angurria de poder, tratando de mantenerlo el político a como dé lugar, sin interesarle la suerte de las personas que enfrenta a su paso y mucho menos el sufrimiento que ocasiona con su accionar. Lo único que le interesa es tener poder, sin pensar que somos humanos y que el tiempo de vida es limitado en este mundo, porque en cualquier momento, por accidente o enfermedad, puede llegar la muerte a la que estamos destinados todos los seres humanos en esta tierra y donde todo lo material se queda.

Por este destino que tenemos todos, hay que gozar de la vida, pues pese a sus dificultades nos proporciona momentos gratos e inolvidables.

La división del país está poniendo en peligro su soberanía, ya que países vecinos alguna vez trataron de “polonizar” Bolivia al ver que no había unión entre los bolivianos, por lo que ante ese peligro, la Patria boliviana debe ser una sola.

El autor es Profesor Emérito y ex Decano de Odontología UMSA.