Hecha la ley, hecha la trampa

Es un dicho muy conocido y mentado en el léxico de abogados, cuyo significado es que en algunos casos la ley se aplica en interés de la autoridad que la dicta. En otras palabras, la frase “Hecha la ley, hecha la trampa” significa elaborar leyes con segundas intenciones, lo que es una realidad y se comprueba en el caso de la convocatoria para elegir a los vocales del Tribunal Supremo Electoral, cuyos requisitos son interesados y calculados y no garantizan independencia e imparcialidad del futuro TSE. En efecto, dicha convocatoria deficiente da lugar a influencia y manipulación, como siempre ha ocurrido en los gobiernos de turno, sin excepción.

Al respecto, Evo Morales en conferencia de prensa observó las postulaciones de exlegisladores y exautoridades al TSE y en forma despectiva y calculada, refiriéndose a Carlos Borht, dijo: “¿será notable?, es su derecho, la Asamblea decidirá”, lo que demuestra la inutilidad de su postulación, porque el MAS tiene mayoría en el Legislativo -todo está bajo control- por eso consideramos desatinada esa declaración, porque descubre el trasfondo de lo que ocurrirá en la conformación del TSE en la Asamblea.

Ahora, si bien la convocatoria contiene algunas prohibiciones, no prohíbe la elección de exfuncionarios públicos cuestionados en su gestión (que observó Evo Morales), como el caso de Antonio Costas, de dudosa actuación cuando sirvió al Gobierno en la Corte Nacional Electoral, luego fue Director del SEGIP, ahora postula para vocal del TSE, con el argumento de “fortalecer el padrón electoral”, cuya elección estaría asegurada por los antecedentes mencionados.

Igual caso es el de Juan Carlos Pinto, quien afirma tener amistad y antiguo compañerismo con el vicepresidente Álvaro García, y fue ex director del Servicio Integral de Fortalecimiento Democrático (SIFDE), pero no sabemos en qué forma fortaleció la “democracia”. Lo que significa que todo seguirá igual o peor que con el anterior TSE, esta vez se “fortalecerá” la democracia en sentido de que acabará la alternabilidad en el poder, pues éste será vitalicio, y Evo Morales se perpetuará en el poder.

Respecto a democracia, cabe mencionar que el Gobierno “demócrata” de Evo Morales, pese a tener conocimiento del desgobierno de los gobiernos neoliberales, no revirtió esa situación, por el contrario, demostró falta de capacidad, experiencia, inteligencia, austeridad, previsión y espíritu de justicia para mejorar la situación económica del país. Es más, pese haber experimentado la mejor época de bonanza económica de la historia del país -que nunca se repetirá-, tontamente dejó pasar la oportunidad para aliviar la pobreza, desocupación, corrupción, inseguridad, alza del costo de vida, narcotráfico, drogadicción, trata de personas, violencia doméstica, etc., etc., por lo que todos estos males se incrementaron, especialmente el narcotráfico, al extremo que una revista del Brasil calificó a Bolivia de Narco-Estado.

Luego, desde el inicio de su Gobierno dilapidó y despilfarró fondos económicos a manos llenas, como si fueran propios, compró aviones de lujo, autos blindados, satélite artificial, auspició cumbres Tiquipaya-Cochabamba, G73+China con regalo de joyas, etc. Pese a la época de bonanza, el costo de vida subió bastante y es la causa del incremento en esa misma proporción de pobreza, enfermedades, delincuencia, drogadicción, inseguridad, corrupción, etc. De ahí que el “bien vivir”, lema del gobierno, es para los que gozan del poder, pero no para la mayoría del pueblo ni los ancianos jubilados, que son discriminados y mueren por inanición debido a la exigua renta que perciben. La misma, aclaramos, no es un regalo ni pago del Gobierno, sino devolución de aportes que hicieron durante su juventud, y el Gobierno es simplemente depositario de aportes de trabajadores activos y pasivos, cuyos dineros los administra e invierte por medio de Gestoría Pública, cuyos directivos y BCB perciben haberes de Bs. 70.000 y 50.000 sin mayor esfuerzo.

¡Qué discriminación e injusticia del socialismo! Ojalá Jorge Bergoglio -el Papa-, invitado de Evo Morales, sugiera a su anfitrión que ponga remedio a los males e injusticias mencionados, practique su trilogía idealista: ama sua, ama llulla, ama k´ella y se abstenga de aplicar el dicho: “Hecha la ley, hecha la trampa”, que en el fondo implica segundas intenciones, injusticia, demagogia, falta de espíritu de justicia y equidad, lo que decepciona y traumatiza al pueblo.

El autor es rentista del Poder Judicial.