Dos casos de expulsión NAS e IBIS

En mayo de 2013 abandonó el país la NAS, Oficina de Asuntos Antinarcóticos, luego de su expulsión ordenada por el presidente Evo Morales. El entonces ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo que respeta la decisión de EEUU. Un comunicado de la Embajada estadounidense destacó entonces que con la labor coordinada de la NAS, ambos Estados, junto con otros socios, evitaron que “echen raíces en Bolivia la narcoviolencia y el narcoterrorismo que plagan a otros países de la región”.

Meses después, en diciembre de ese mismo año, el Jefe de Estado decide “expulsar inmediatamente” de Bolivia a la Organización No Gubernamental (ONG) IBIS “por injerencia política y acciones de división en las organizaciones sociales!” En ese momento, Morales advirtió que similar suerte correrán otras organizaciones que “han distorsionado su tarea”.

La directora de la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (Unitas), Susana Eróstegui, lamentó la determinación del Gobierno de Morales y dijo que atenta la Constitución Política del Estado. “Nuestra profunda solidaridad con esa ONG que, hasta donde sabemos ha hecho un trabajo valioso”, publicó un matutino afín al Gobierno.

AMEDRENTAMIENTO

Otras fundaciones como Milenio y Jubileo fueron objeto de acciones indirectas de amedrentamiento por parte del Gobierno. Las fuentes de financiamiento de las publicaciones de Milenio se redujeron a la mitad dijo un funcionario de la entidad privada hace meses. En relación a Jubileo, atemperó el tono de sus críticas al Gobierno en materia económica. Esta última publicaba periódicamente la denominada “inflación de los pobres” en base a las cifras del INE, pero hace varios meses dejó de hacerlo.