Oruro vende “pan” a La Paz

Oruro, antes gran exportador de minerales, ahora gracias a la iniciativa y sacrificio de sus hijos se convierte en el primer vendedor de pan, alimento vital para la gran mayoría de bolivianos, porque es el único desayuno, almuerzo y cena de los pobres.

En Oruro hay un mercado de libre competencia, donde todos pueden vender o negociar libremente, sin restricción de sindicatos, los que han quedado obsoletos porque los precios de pan y de otros productos ya no son fijados por tales organismos y las alcaldías municipales, como ocurre en La Paz. Los precios son regulados por la oferta y demanda en el mercado.

Los panificadores orureños aprovechan muy bien este sistema para vender el 80% de su producción de pan en el interior del país. Tienen como principales mercados de consumo a La Paz y El Alto con un 45%; Cochabamba 14%; norte de Potosí 13% y Santa Cruz 8%.

Los panes orureños son preferidos por las siguientes razones: 1) Son los más económicos del país. En la actualidad en los mercados la unidad de pan de batalla es 40 centavos de 65 gramos. En los hornos venden 3 panes por 1 boliviano. Los precios son flexibles, de acuerdo con el comportamiento del mercado de consumo.

2) Los panes elaborados por grandes y pequeños panificadores orureños son riquísimos, con sabor natural e inigualable calidad e higiene.

Oruro es el primer vendedor de pan a diferencia de otros distritos, donde arbitrariamente los sindicatos imponen los precios con excesivas ganancias y además tiene menor peso. Como se puede comprobar, 3 panes orureños en los hornos son vendidos por 1 boliviano, precio accesible para todos. Los orureños han descubierto el “secreto” del mercado: “vender más significa lograr mayor ganancia”, procedimiento que todos los bolivianos deberíamos aprender.

¿Tanta es la diferencia del precio del quintal de harina entre La Paz y Oruro? Lo más grave es que los panaderos paceños con sus especulaciones ocasionan la elevación artificial de otros productos de primera necesidad y han cometido atropellos contra los panaderos independientes no sindicalizados, identificados con el hambre del pueblo.

Se puede observar en las flotas de transporte, a primeras horas del día los comerciantes y viajeros traen panes orureños para comercializar a 40 centavos en las ciudades de El Alto y La Paz, que compraron de los hornos orureños 3 por 1 Bs. En Oruro otros artículos también tienen menor precio porque impera la libre competencia.

Oruro cuenta además con una inigualable artesanía de bordados, admirados en todo el mundo; sus excepcionales músicos, formados desde la niñez; su riqueza folclórica y un hermoso lugar inexplorado, llamado Llanquera, gran atractivo turístico.

En resumen, Oruro vende pan a La Paz y El Alto, con este sistema de mercado de libre competencia, donde todos pueden vender o negociar libremente, sin restricción de sindicatos, con mano de obra barata y puede convertirse en el gran centro económico, como la China de Bolivia, atrayendo capitales frescos para el desarrollo de Oruro.

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