Bolivia y el Corredor Ferroviario Interoceánico

El tema del Corredor Ferroviario Interoceánico Atlántico – Pacífico, por razones geográficas, utilizando suelo boliviano, al cabo de 95 años pasó al ámbito internacional.

En 1920 el Ing. Hans Grether, de nacionalidad alemana, fue quien examinó la posición geográfica de Bolivia en Sudamérica y propuso al gobierno de Bautista Saavedra diseñar y construir un Corredor Ferroviario Interoceánico; cuatro años después, en 1924, entregó el primer diseño.

En 1972, los generales Hugo Banzer y Emilio Garrastazu, presidentes de Bolivia y Brasil, sentaron las bases de un primer acuerdo. En 1976, Hugo Banzer Suárez y Ernesto Gueisel, este último presidente del Brasil, suscribieron un acuerdo por 15 millones de dólares otorgados por Brasil sin condición de retorno. En 1978, Sondotécnica del Brasil entregó los estudios a diseño final. En 1984, el presidente Hernán Siles Zuazo, mediante Ley de la República de 9 de octubre de dicho año, aprobó el trazado Norte del diseño: Aiquile – Santa Cruz, nexo sustantivo del Corredor Intercontinental Central: Santos (Brasil), Arica (Chile), con una longitud de 3.800 Km.; falta construir 380 Km. Repito, Aiquile – Santa Cruz.

En 1997, el autor de este breve relato fundó el Comité Impulsor del F.C. Aiquile- Santa Cruz. Utilizando los antecedentes técnicos existentes, remitió a los presidentes Gonzalo Sánchez de Lozada, Jorge Quiroga Ramírez, Carlos Mesa Gisbert y Evo Morales Aima, amplias notas, primero, impugnando la “capitalización” de los ferrocarriles sin objetivos comerciales y sí con claras intenciones de Chile: destruir la Red Andina con una longitud de 2.274 Km.; al presente, 1.178 Km. están destruidos. Segundo, catalogando factores de su fracaso y tercero, proponiendo la recuperación y recomposición de todo el Sistema Ferroviario.

En octubre de 2004 se llevó a cabo un Simposio Internacional en Cochabamba, auspiciado por la embajada China y Mercosur China. Al cabo de mi exposición en dicho evento, entregué en mano propia al Lic. Li Gincheg, Oficial Económico de la Embajada, una síntesis de los estudios del Corredor Ferroviario Transcontinental Central: Atlántico – Pacífico. Debo suponer que el documento referido a sus valores logísticos y geopolíticos del Corredor: Brasil, Bolivia y Chile, complementó el interés de China para que “El patio trasero de los Estados Unidos se está convirtiendo en el jardín de China” (EL DIARIO, 13-06-15).

Bolivianas y bolivianos, sin embargo no podemos comprender por qué después de casi un siglo, nuestros vecinos intentan desconocer nuestra posición geográfica en Sudamérica y contrariando lo que se pregona en eventos internacionales, proclamando la integración de países ricos y pobres, hacen todo lo contrario en la práctica. En el caso de Bolivia, conociendo los efectos negativos de nuestro forzado enclaustramiento marítimo, causa y efecto de nuestro subdesarrollo económico y cultural, pretenden ignorar que Bolivia y los Corredores Interoceánicos, por las distancias cortas y costos de operación competitivos, dan señales matemáticas probadas que no se puede modificar.

Buscando razones: Es probable el poco interés del Estado Plurinacional, como me dijo el presidente Evo Morales al amanecer del 11 de junio de 2008, en una breve entrevista en la casa presidencial. Manifestó que le habían dicho que el Aiquile – Santa Cruz y el corredor ferroviario interoceánico, perdieron su importancia para el país.

Cualesquiera fueran las causales para eliminar a Bolivia de un Corredor Interoceánico, lo evidente es que por fin se reconoce en el ámbito internacional los valores logísticos, integradores, económicos, geopolíticos y geotérmicos del Sistema Ferroviario Interoceánico. Es hora para que Universidades, Colegios de Profesionales, Comités Cívicos y Central Obrera Boliviana, con alto sentido de Patria, se pronuncien y demuestren que la integridad comercial y cultural de Sudamérica con el Asia es por vía Pacífico mediante un Corredor Interoceánico, utilizando suelo boliviano y un ferrocarril de tracción eléctrica.