La Cooperación Suiza en Bolivia es una de las agencias internacionales más efectivas, desde mi punto de vista, en su cooperación a nuestro país. Sus objetivos, en la actualidad, están dirigidos a “apoyar hombres y mujeres en situación desfavorable en la mejora de sus niveles de vida y en la constitución de sociedades que ofrezcan libertad, igualdad de derechos para todos y un desarrollo sostenido”.
Cotesu, anteriormente y en la actualidad Cosude, trabaja en Bolivia desde 1960. Tuve oportunidad de conocer a uno de sus primeros representantes: Adrian Hadorn, luego varios otros: Marco Rossi, René Brugger, Adrián Schlaffer, mediante los cuales tuve oportunidad de estar directamente vinculado a varios de sus programas sobre desarrollo agropecuario, seguridad alimentaria, medio ambiente. En sus inicios dio un apoyo eficaz al Grupo DRU, que sirvió durante varios años para disponer de un mecanismo de diálogo entre el Gobierno y varios programas sobre desarrollo rural.
También tuve oportunidad de apreciar el importante apoyo que brindó al proyecto ganadero Reyes, dependiente de la CBF, que permitió establecer un centro de mejoramiento de ganado cebú en esa localidad, que contribuyó a la difusión de ganado cebuíno en las provincias del Beni.
Otro proyecto de extraordinaria importancia es el apoyo que brindó, en 1989, para la creación y desarrollo de la Fundación para la Promoción e Investigación de Productos Andinos PROINPA, la cual sigue vivita y coleando. Según hace un recuento su director el Ph.D. Antonio Gandarillas, “el apoyo suizo fue vital para el desarrollo de Proinpa, nos permitió capacitar en maestrías y doctorados a varios profesionales jóvenes y contar con buenos espacios de trabajo, así como con laboratorios e invernaderos especializados. Hoy Proinpa es una institución posicionada a nivel nacional, con un gran aporte al desarrollo tecnológico en Bolivia, alcanza a más de 40.000 familias de productores”. (Cosude, Memoria 2014).
A su vez Gary Antonio Rodríguez Álvarez, Gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, resalta: “el apoyo técnico que brinda la Cooperación Suiza coadyuva la labor de entidades públicas y de la sociedad civil. Su presencia en Bolivia desde los años 60 es de resaltar porque ello le ha permitido dar continuidad a proyectos que desarrolla en cooperación para el desarrollo y ayuda humanitaria” (Cosude, Memoria 2014).
Este breve recuento surge como resultado de haber asistido a la presentación, en los ambientes del ex-hotel Radisson, el día jueves 18 de junio, del programa “Formación Técnica Profesional”, algo enteramente novedoso para mí.
El evento trató las experiencias de este nuevo programa de la Cooperación Suiza en nuestro país, que contribuye para educación técnica a nivel medio, generando nuevas oportunidades para las generaciones jóvenes o a gente ya establecida en determinados rubros que, gracias a este programa, adquieren nuevas habilidades y competencias que les permitan su inserción en un mercado laboral creciente y cada vez más competitivo.
De acuerdo con los datos proporcionados en el evento, “la información del Viceministerio de Educación Alternativa y Especial de 2012 da cuenta de 655 Centros de Educación Alternativa, de los cuales 405 ofrecen Educación Técnica de Adultos. El 60% de estos últimos se encuentra en el eje central del país y aproximadamente un cuarto, 26%, en el área rural.
A su vez Gabriel Dabdoub, representante del empresariado de Santa Cruz, expuso el apoyo que otorga el sector empresarial a la formación técnica en ese departamento. Por la presentación de Amparo Ergueta de Cosude, esta organización apoya al país desde el año 2006 a valorizar la formación técnica profesional. En resumen, una tarea importantísima que contribuye en una nueva área de desarrollo para el país.
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