Etapa superior del narcotráfico

El gobierno boliviano decidido a legalizar los cocales del Chapare de manera solapada, mediante el cobro de impuestos.

• Los informes de la ONU sugiriendo que la lucha contra la drogas no se dirija contra los productores de coca, sino contra los cárteles, y que los productores de la hoja sigan tranquilos.

• La decisión de legalizar los cocales mediante el cobro de impuestos no inquieta a nadie, a pesar de que es una violación de las convenciones de Viena contra el narcotráfico y los compromisos bolivianos de frenar la expansión de los cultivos.

Y nadie dice una palabra sobre el tema. Es como si estuviéramos en plena legalización de facto de las drogas, con la complicidad de funcionarios de la ONU, de la Unión Europea, de los propios funcionarios de las convenciones de Viena.

Es para ponerse a gritar la famosa frase “el pueblo quiere saber de qué se trata”. Si se han legalizado de facto las drogas, ¿qué deben hacer los ciudadanos que creen en las leyes, que se dedican a actividades económicas legales? ¿Cambiar de rubro?

Para saber lo que está pasando en esta parte del mundo no sirve de mucho el libro de Roberto Saviano titulado “Cero Cero Cero, cómo la cocaína domina al mundo”, porque sólo se refiere a lo que ocurre en México.

Ahora, la periodista mexicana Cecilia González, que vive en Argentina, ha escrito un relato sobre lo que pasa en estas latitudes: “Todo lo que necesitas saber del narcotráfico”. Y dice que este esta es “una etapa de empresas multinacionales del crimen organizado, en donde como parte de su esquema de protección sus miembros no se conocen entre ellos”.

Las novedades de lo que va de este siglo es que ahora hay dos países sudamericanos que, sin tener coca, producen y exportan cocaína, que son Argentina y Venezuela. Hay conexiones políticas en esto. Hugo Chávez se benefició de este hallazgo y también los Kirchner.

La hoja sagrada y milenaria ha venido a apadrinar el “socialismo del Siglo XXI”. Y a financiarlo. La periodista González no entra en esos detalles, pero todos sabemos lo que está en el fondo de todo esto.

Y los ciudadanos tenemos que seguir jugando la misma farsa, ajenos a lo que han decidido, allí arriba, los capos que manejan todo esto.

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