La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró que confía en el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, y dio por superada la “crisis” provocada en la relación bilateral por las revelaciones sobre el espionaje en Brasil de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
El encuentro se da casi dos años después de que Rousseff canceló una inusual visita a Washington, después de que se supo que Brasil era blanco de programas de espionaje estadounidense.
Los mandatarios se comprometieron a trabajar para lograr un acuerdo global “ambicioso y equilibrado” sobre cambio climático en la cumbre de la ONU.