La banda ultraislámica Boko Haram realizó ayer un sangriento recorrido por dos poblaciones del norte de Nigeria y mató al menos a 150 personas, que eran también musulmanes, pero de sectores moderados. Lo hizo en pleno Ramadán, mes sagrado del islam.
Uno de los ataques fue contra una mezquita en la aldea Kukawa, cerca del lago Chad. Comenzó a las 18.30, poco después de que terminara el ayuno y cuando los fieles se encontraban orando. Los agresores eran alrededor de 50 milicianos armados con fusiles y machetes. Llegaron en camionetas artilladas y en motos. Dejaron un tendal de 97 muertos.
“Los terroristas atacaron primero a los fieles musulmanes que rezaban en varias mezquitas”, explicó Babami Alhaji Kolo, uno de los sobrevivientes. Después de esta masacre, los fundamentalistas se dirigieron a las casas, donde dispararon contra las mujeres. “Algunos de los terroristas se quedaron para incendiar los cadáveres y otros se dirigieron hacia las casas y dispararon a diestra y siniestra contra las mujeres que preparaban la comida”, agregó Kolo.