“Con las mismas manos que hicieron daño estamos creando”

Agronomía, repostería, carpintería, serigrafía, costura y hasta cursos de fotografía son algunas de las actividades que los jóvenes entre 15 y 25 años de edad desarrollan al interior del Centro de Reinserción Social para Adolescentes con Responsabilidad Penal Qalauma, donde ellos se convencen y aseguran que las mismas manos que un día dañaron a la sociedad ahora pueden crear y cumplir con un trabajo digno.

“Esto es Qalauma, donde nos estamos rehabilitando, y con las mismas manos que hicieron daño, estamos creando y haciendo realidad todo esto”, declaró Mirko V., delgado de los internos, al momento de agradecer la presencia de las autoridades y pedirles que no se olviden de ellos.

Antes del acto, los responsables de Régimen Penitenciario, organizaron para la prensa, un recorrido por los diferentes talleres, no sin antes dictar una serie de medidas de seguridad y pedir que se respete la imagen de cada uno de ellos.

En el segundo nivel, contiguo al taller de metal mecánica, el primero en ser visitado es el de costura, donde además de chalecos, overoles y varios tipos de ropa de trabajo, también se observan confecciones de uniformes de policías.

Luego está el taller de serigrafía, donde Michael Ángel E., a quien le tomó uno de los tres años que lleva interno en Qalauma para dominar las técnicas y a falta de un instructor, ahora es él quien se encarga de capacitar a los nuevos.

El taller complementa al de costura y viceversa, pues como lo contó Michael Ángel E. justo en estos días están preparando un pedido de la Cruz Roja, de 500 bolsas para ser enviadas al Perú.

El trabajo de los jóvenes ya tiene un nivel de calidad, así lo corrobora los 450 kilos de gallegas de almendra que se entregan a la semana desde la fábrica de galletas para el servicio de subsidio de las empresas estatales.

En panadería, Álvaro M. de 20 años, cuenta con esperanza que al salir de Qalauma cumplirá su sueño de ser panadero pues la arroba de pan que prepara a diario junto a otros compañeros, para el consumo interno, ya le ha dado la experiencia requerida.

Abrahan Colque, el coordinador socioeducativo de Qalauma, explica que al tener como detenidos preventivos al 90 por ciento de los jóvenes internos, una de las consignas es la que nadie puede quedarse en su recinto para descansar.

En promedio, la jornada educativa y de trabajo en Qalauma inicia a las ocho de la mañana, desde la primera semana de ingresados, los y las jóvenes deben elegir un lugar dónde iniciar su capacitación y luego hacer un plan de vida para el período en el que estarán en ese recinto.