El presidente del Estado Evo Morales dio la bienvenida a S.S. Papa Francisco entregándole una chuspa (tejido de lana de alpaca y vicuña), símbolo andino donde se suele colocar las hojas de coca.
Este aspecto mereció particular atención, especialmente de los medios de comunicación del exterior, que tomaron como noticia el hecho que Santo Padre, días antes de su llegada haya pedido “pijchar” (masticar) hojas de coca.
El ilustre visitante recibió el saludo de las principales autoridades eclesiásticas de Bolivia, encabezadas por el arzobispo de La Paz monseñor Edmundo Abastoflor y el obispo de la ciudad de El Alto Eugenio Escarpellini.
En su descenso de la aeronave a las escalinatas parecía que el frío y el viento habían calmado.
Su solideo no se desacomodó y permaneció en su cabeza. De la misma manera su vestuario no fue afectado y bajó ceremonioso, por momentos serio y contrariamente a lo que hizo el papa San Juan Pablo II no besó suelo boliviano.
Antes de efectuar el saludo protocolar a las diferentes autoridades nacionales y locales, tanto los músicos de los Colorados de Bolivia, como los instrumentos andinos de un conjunto folklórico entonaron primero el Himno Nacional y luego el Himno del Vaticano.
Los ministros del Ejecutivo y los dos alcaldes tanto de la ciudad de La Paz Luis Revilla, como de El Alto Soledad Chapetón fueron quienes prosiguieron con los actos protocolares
Las autoridades estaban rodeadas de 16 niños y niñas quienes con las vestimentas típicas de los nueve departamentos le dieron la bienvenida y lo acompañaron en su recorrido por la alfombra roja. Abrazaron y rodearon al Papa; él retribuyó el cariño de los pequeños.
El resguardo internacional, como nacional logró efectuar dos tipos de anillos de seguridad hasta llegar al Campus.
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