Más de 700.000 personas se vieron afectadas ayer en el sur de China por la llegada del tifón Linfa, que tocó tierra al mediodía local y obligó a la evacuación de unos 31.100 habitantes de la ciudad de Shanwei, provincia de Cantón, a zonas más seguras, aunque por el momento no se registraron víctimas fatales.
El tifón tocó el continente con vientos de hasta 1.200 kilómetros por hora, según informaron las autoridades meteorológicas.
Linfa, como se lo denominó, dañó un total de 6.739 viviendas en esa ciudad y provocó pérdidas económicas por unos 40 millones de dólares, estimó el Gobierno local. (EFE)