Las imposturas populistas

En nuestra rica lengua española, se entiende por impostura al fingimiento o engaño que se presenta por cierto. Precisamente las corrientes del populismo de izquierda, a la sombra del socialismo del Siglo XXI propugnado por el fallecido comandante Hugo Chávez, han tomado el poder en algunos países latinoamericanos, donde hace ya más de una década ejercen el poder político en rededor de caudillos endiosados y que a diario sorprenden al mundo con imposturas típicas del populismo, que tiene como fin el permanecer en el poder, por el poder.

La visita del Papa Francisco a tres países de Sudamérica, entre ellos a dos gobernados por seguidores del socialismo que mencionamos, nos ha mostrado con claridad esos rasgos de imposturas populistas, en especial en el nuestro. Para comenzar, el Gobierno del Estado Plurinacional aprovechó la visita pastoral del Obispo de Roma para efectuar una abierta propaganda política del Presidente del Estado, comparándolo con el mismo jefe de la Iglesia católica, pues en esa propaganda se dijo que el Papa y el Presidente eran dos líderes mundiales, que tenían los mismos objetivos y luchaban por ellos, apuntando a servir a los pobres.

En cuanto a los pobres, el Papa Francisco en una entrevista al periódico italiano “Il menssagero” sentenció: “Los comunistas nos han robado la bandera de los pobres”. Y ciertamente, la doctrina del marxismo socialista comunista parte de la situación de los trabajadores como pobres explotados y construye todo su planteamiento ideológico desde esa base. Pero, luego del experimento del socialismo marxista en Europa por más de 70 años, éste se vino abajo debido a sus graves contradicciones, con un saldo de millones de muertos, desaparecidos y presos privados de libertad, sin haber resuelto el problema de la pobreza. Más al contrario, comenzando por la ex Unión Soviética, acabando en la Cuba de los Castro, lo que hicieron ha sido edificar una sociedad socialista comunista donde sus habitantes resultaron iguales en la pobreza y ausencia de libertades.

La Iglesia católica, contemporáneamente a la proclama del manifiesto comunista de 1848, hizo el planteamiento de la doctrina social de la Iglesia, donde propusieron una serie de medidas necesarias para los trabajadores, como legislación social, descanso dominical, atención a la salud, etc.

En nuestra realidad, ya la Revolución Nacional de 1952 incluyó a los más pobres y marginados, los campesinos, en la vida nacional, con iguales derechos ciudadanos; les dotó de tierras en propiedad y reivindicó a los indígenas. Pero, no hemos dejado de ser pobres, pues según el PNUD de las Naciones Unidas, el índice de desarrollo humano boliviano es uno de los más bajos, con deficiente educación, mala salud, desempleo etc.

De la ideología socialista comunista hacen gala nuestros gobernantes, pues así se han declarado y prueba de ello es que el Presidente del Estado en los obsequios que le dio al Papa le entregó un objeto con una hoz y un martillo, símbolo de los comunistas ateos, en el que aparece clavado Cristo en la cruz. Este obsequio podría dar lugar a dos interpretaciones: los gobernantes bolivianos son comunistas y católicos a la vez, lo que importaría una grave constradicción, pues el comunismo es por principio ateo, o significaría que los comunistas crucificaron nuevamente a Cristo.

Tampoco faltó la sinceridad de la dirigente y diputada del oficialismo, Susana Rivero, ex ministra de este régimen, que en declaración a la red de medios oficialistas Patria Nueva, acusó a los miembros de la Conferencia Episcopal Boliviana, es decir a los representantes del Papa y cabeza de la Iglesia, de ser fachos (fascistas), lo que nos demuestra las imposturas del populismo izquierdista, que por un lado montó todo un aparato de propaganda por la llegada del Papa y por otro insulta a sus obispos.

Los discursos de la defensa y preservación de la “madre tierra” que hizo el Presidente del Estado Plurinacional en foros sobre el tema y otros, ya no coinciden con el planteamiento papal sobre la conservación del medio natural, pues el mismo Presidente declaró que se construirá la rechazada carretera que afectará gravemente al Tipnis, así como autorizó a las empresas petroleras a intervenir varias áreas protegidas. Definitivamente o somos religiosos o somos comunistas ateos.