Tercer rescate económico

Grecia firma acuerdo más exigente



Decenas de personas participan en una protesta contra las políticas de austeridad en el Parlamento de Atenas, Grecia.

El acuerdo al que llegaron ayer los griegos y la Eurozona para destrabar el tercer paquete de ayuda económica a Atenas deja muy abierto el debate sobre los límites de la soberanía nacional cuando se trata de asuntos en los que las decisiones van más allá de lo que los pueblos o sus mismos dirigentes aspiran.

El pasado 5 de julio, en una apuesta muy arriesgada para el primer ministro griego, Alexis Tsipras, el electorado le dio un respaldo mayoritario a la opción del ‘No’ a las condiciones impuestas por la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).

El 61,3 por ciento de los votantes se expresó por seguir negociando, con el resultado político como principal condición para "barajar de nuevo" en esta mano que tiene en vilo a toda la economía mundial.

Tsipras creía tener en sus manos las cartas ganadoras, con un hecho político como respaldo, pero los resultados de la negociación y el consiguiente acuerdo reflejan que la Troika no cedió ni un ápice y que la única alternativa griega fue aceptar.

Entre las difíciles disposiciones que Tsipras tendrá que explicarle a su Parlamento están el recorte de gastos gubernamentales, el alza de impuestos y una poco deseable reforma al régimen pensional. El IVA (Impuesto al Valor Agregado) pasaría del 13 al 23 por ciento y se eliminaría gradualmente el EKAS (Beneficio de Solidaridad Social de los Pensionados) hasta su total desaparición para el 2019.

Los griegos también aceptaron una muy polémica privatización de bienes estatales por un valor de hasta 50.000 millones de euros, que irán a un fondo manejado por los acreedores.

La totalidad del compromiso deberá recibir aprobación del Parlamento antes de que comiencen las negociaciones para el rescate por 86.000 millones de euros que mantendrá al país helénico dentro de la Zona Euro.

La plataforma ideológica con la que Tsipras y su partido Syriza llegaron al poder el pasado enero se sustenta precisamente en la lucha contra las medidas de austeridad por los acreedores y que llevaron a Grecia a una auténtica tragedia.

Pero el solo hecho de haber aceptado las condiciones le puede costar al Syriza una grave división interna y algunos ya vaticinan que habrá que pasar de nuevo por las urnas. Una de las voces que ya se pronunciaron en este sentido fue la del ministro de Trabajo, Panos Skourletis, quien dijo que los términos eran "inviables" y que conducirían a nuevas elecciones.

“Ahora hay un problema de mayoría para el Gobierno”, añadió Skourletis. En efecto, de los 149 legisladores del Syriza, 17 se negaron el pasado sábado, en reunión extraordinaria del Parlamento, a autorizar al Ejecutivo a negociar un rescate. Además, 15 de los parlamentarios que votaron a favor especificaron que no darían su visto bueno a reformas adicionales que plantearan los acreedores.

Tsipras tiene la opción de utilizar un código interno de Syriza que estipula que en caso de desacuerdos de los legisladores y el ejecutivo, éstos deben entregar sus escaños. Sin embargo, el vicepresidente de la Cámara, Alexis Mitropoulos, advirtió en declaraciones a la radio To Vima que la facción disidente es demasiado influyente para ignorarla o para reducirla.

De hecho, la mayoría del apoyo recibido el sábado por el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, provino de partidos de la oposición.

La canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, han sido los grandes escollos que ha tenido que enfrentar Grecia en la negociación con los acreedores. A lo largo de toda la crisis griega, Berlín ha exhibido una intransigencia tal que ha sido criticada incluso por prestigiosos medios económicos como The Economist.

Alemania, con un Producto Interno Bruto (PIB) de 742.360 millones de euros (según cifras del primer trimestre de 2015), es el país que más aporta capital a la economía de la Unión Europea y por eso es la que lleva la batuta en las negociaciones entre Grecia y la Troika.

Tras la caída general de los índices económicos debido a la crisis global que comenzó en 2008, fue Alemania el país que más solidez tuvo para enfrentarla, por lo que acrecentó su papel como "guardián". No obstante, tanto fuera como dentro de Europa se ha visto al Gobierno alemán como un gigante sin piedad que ha arremetido con todas sus fuerzas contra todos aquellos que han necesitado rescates, pero más contra Grecia.

Consultada sobre si las duras condiciones impuestas a una desesperada Grecia no fueron similares al tratado de Versalles de 1919 que obligó a demoledoras reparaciones a una Alemania derrotada tras la Primera Guerra Mundial, Merkel dijo: “No voy a participar en comparaciones históricas, sobre todo cuando no las hice yo”. eltiempo.com

 
Revistas
Publicidad
Portada de HOY

JPG (707 Kb)      |       PDF (340 Kb)


Publicidad
Editorial

Opinión

Tras elecciones subnacionales la democracia espera más de las autoridades

Luis Ramiro Beltrán S., señor de la amistad y la palabra

[Armando Mariaca]

Algunas reflexiones en torno al mercado del litio

[Juan Carlos Zuleta]

La agenda que empieza

[Harold Olmos]

En busca de paceños

[Paulovich ]

¿La escuela juega a los dados?


Sociales

EL ARTISTA JOSÉ BALLIVIÁN EN ARTESPACIO CAF

José Ballivián muestra sus obras.

Las anfitriona Claudia Pérez y Carla Pérez

Las anfitriona Claudia Pérez y Carla Pérez.


Portada Deportes

JPG (419 Kb)      |       PDF (284 Kb)


Caricatura

Cotizaciones
1 Dólar:6.96 Bs.
1 Euro:7.54 Bs.
1 UFV:2.06506 Bs.

Impunidad