Nueva York.- El Gobierno de Puerto Rico instó ayer a sus acreedores a negociar los términos de devolución de la deuda, sin ofrecerles nada en concreto, y evitar así las consecuencias de un litigio ante los tribunales estadounidenses que puede ser largo y costoso.
Este fue el mensaje transmitido ayer a los bonistas de la isla durante la primera reunión que el Gobierno de Puerto Rico mantuvo con ellos para tratar de convencerlos de la necesidad de renegociar los términos de la devolución de una deuda que asciende a 72.000 millones de dólares y que asfixia las cuentas de un territorio de 3,6 millones de habitantes.
Durante la reunión, que se prolongó por poco más de una hora en un auditorio de la sede de Citigroup en Manhattan, Jim Millstein, exempleado del Tesoro de EEUU y que ejerce como asesor de Puerto Rico en estas negociaciones, animó a los acreedores de la isla a mejorar su disposición a negociar, en beneficio de todas las partes, pero rehusó concretar propuestas.
(EFE)