Damián Lizio volvió a Santa Cruz sin arreglar su situación con Bolívar

El argentino- boliviano Damián Lizio se encuentra en una encrucijada. El día lunes estuvo en La Paz, donde conversó con algunos dirigentes de Bolívar sobre su futuro. Lizio es aún jugador de la Academia hasta el 2019, y a pesar de su deseo de regresar a Bolívar, no podrá cumplir sus expectativas, porque el presupuesto cerrado del club le impide su regreso.

Para Baisa SRL, el presupuesto del Bolívar actual es el más caro de los últimos 4 años ya que el plantel consigna a varios jugadores de gran trayectoria : Carlos Tenorio, Juan Miguel Callejón, William Ferreira, José Luis Sánchez Capdevilla , quienes son los más cotizados, sin dejar de mencionar a los jugadores nacionales. Con una plantilla de este tipo, el presupuesto celeste se ve muy limitado y por eso es que se decidió dejar ir algunos jugadores que estaban en sus planes, tal el caso de Juan Carlos Zampiery, Leonel Morales, Luis Alí, Miguel Suárez y ahora Damián Lizio, quien estaba en calidad de cedido en el O’Higgins de Rancagua (Chile. El caso de Lizio es especial, porque como dijo en algún momento el dirigente Jorge del Solar, “es un jugador al que le tenemos aprecio, pero por el presupuesto cerrado, no podemos contar con su concurso”. A diferencia del resto, Lizio se encuentra sin club y la dirigencia se apresura a conseguir un equipo para el naturalizado. Lizio llegó a La Paz el lunes, con la intención de arreglar su situación, pretendió visitar a sus compañeros en Tembladerani y conversar con ellos, pero como estaban con día de descanso no pudo visitarlos, tampoco conversar con Eduardo Villegas. Por eso, tras dialogar con los dirigentes de Bolívar, Lizio partió rumbo a Santa Cruz donde espera resolver su situación lo más antes posible. El jugador también consideró la posibilidad de volver a jugar en el exterior, pero las gestiones que se llevaron adelante con los clubes interesados, no llegaron a feliz término.

De todos modos, la dirigencia celeste no pierde las esperanzas y no descarta la posibilidad de que el naturalizado cumpla con los entrenamientos hasta encontrarle un equipo.

Baldo Ramallo

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