Marelli al servicio del cliente y el medio ambiente

“Crear un buen ambiente de trabajo para generar una mejor productividad buscando soluciones y comodidades del cliente”, ese es el lema de la empresa de muebles Marelli, empresa creada en Brasil hace 32 años y que desde hace 11 expandió sus oficinas en Bolivia. La mueblería cuya tendencias se basan acorde a los gustos y necesidades de los clientes, genera también sostenibilidad en el medio ambiente a través del reciclaje con el que también cumplen una labor de ayuda social con familias de escasos recursos.

Con una amplia gama de productos de oficinas en cuanto a sillas, escritorios, muebles, mesas, entre otros, Marelli destaca de otras empresas por la relación con el cliente a quien no considera un inversionista sino un miembro de la familia Marelli.

De las tendencias en cuanto a equipos de oficina acompañado de lo mundial , “hoy se trabaja con melanina aluminio acero que son parte de composiciones de nuestros productos que se generamos y ofrecemos que pueden adaptarse a espacios reducidos o grandes espacios para dar una mejor comodidad a los trabajadores”, explicó Daniel Castillos , gerente de marketing de Marilli en Brasil

En Bolivia toda esta gama de soluciones de productos sumada a demandas de servicios se trabajan como proyectos de consultoría para tener un producto acorde a las necesidades.

“En estos 11 años atendimos más de 300 empresas entre ellas mutuales, bancas, además de pequeñas y medianas empresas ya que nuestros productos se adaptan a todo bolsillo” Marco Justiniano, gerente general en Bolivia

En los últimos años Marelli ha renovado sus productos acorde a las necesidades de la gente, estamos en una era digital, por ente nuestros muebles deben ser más pequeños pero no por ellos de menor calidad,

Con más de 240 oficinas distribuidas en Brasil, Bolivia Uruguay, Paraguay y Chile; Marelli tiene un enfoque de sustentabilidad por la relación con el medio ambiente, pues procura hacer el tratado de los residuos y por ello cuentan con más de 14 mil certificados internacionales de medio ambiente.

“Reciclamos el cartón de las sillas y el plástico del embalado de los muebles el cartón se convierte en para exportación y las bolsas plásticas son vendidas para envases de shampos”, explicó Castillos.

“Nuestra labor social la hacemos con la tela que reciclamos del tapizado de los muebles, estos retazos, cuyo metro cuesta 150 bolivianos es enviado a una casa hogar en santa cruz, donde a través de capacitaciones a las mamitas, de este hogar se les enseño a realizar edredones, cortinas carteras, entre otros que pueden ser vendidos o utilizados en el lugar”, concluyó Justiniano.