Crea tu fábrica de felicidad

El lenguaje metafórico nos permite entender muchos fenómenos que suceden en nuestro cuerpo físico, en nuestro cuerpo energético, en nuestro cuerpo emocional y en nuestro cuerpo mental.

Me preguntaba un día ¿por qué las relaciones familiares se deterioran y se echan a perder? y la respuesta que me llegó fue la siguiente: “por las diferentes fábricas de negatividad que se van instalando en el cuerpo y en la mente con las comunicaciones torpes, groseras, por la falta de fábricas de sensaciones agradables, de emociones positivas y por la falta de comunicaciones sinceras y veraces en la familia.

Cuando hice la pregunta: ¿qué es una fábrica de negatividad? La respuesta me llegó con estas palabras: “una fábrica de sensaciones o de emociones es simplemente un ancla o mecanismo estímulo-respuesta del inconsciente, que se instala con comunicaciones amenazantes o violentas”.

Una fábrica de sensaciones o emociones dolorosas tiene sus componentes que son: una imagen mental, un diálogo interior, una sensación y una creencia y hay dos formas de borrar esas fábricas de negatividad; la primera forma está compuesta por los ejercicios de regresión y la segunda por un ejercicio llamado “secuenciamiento” de anclas.

Vamos a la práctica para que puedas hacerlo por ti mismo; busca en tu memoria a una persona que te cause dolor o desagrado recordar; tómate unos instantes y busca a esa persona que te hace sentir mal; voy a suponer que ya has recordado la imagen de esa persona; ahora mientras recuerdas esa imagen negativa procede a tocar su pectoral izquierdo y luego de unos cinco segundos deja de tocar tu pecho, ahora busca en tu memoria la imagen de una persona que represente para ti amor, respeto, fidelidad y apoyo.

Nuevamente espera unos instantes hasta recordar la imagen de esa persona amorosa y positiva y una vez que la recuerdes, procede a mantener un toque suave en tu pectoral derecho. Desde este momento ya tiene instaladas dos anclas, una negativa y una positiva y éste es el uso que les va a dar: en cada momento en que la imagen de la persona negativa llegue a tu cabeza, te tocarás tu músculo pectoral izquierdo, después lo soltarás y a continuación te tocarás tu pectoral derecho y te quedará con la sensación agradable de pensar en esa persona positiva que has anclado hace unos instantes y nada más. Con el uso constante de esta herramienta puede quitar importancia a cualquier recuerdo que le resulte doloroso y llegar siempre a obtener la sensación positiva o agradable.

Todo lo que tiene que hacer es sustituir a la persona negativa por un recuerdo doloroso y a la persona positiva por un recuerdo de alivio o de solución y activar las anclas en esa secuencia, primero la negativa y luego la positiva y de esa manera podemos ir desactivando toda ancla (fábrica) que producía dolor, molestia o negatividad.