Unesco declara a Cebras Patrimonio Cultural

Autoridades de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación Ciencia y Cultura (Unesco) declararon patrimonio cultural de la humanidad a nivel mundial a las Cebras de la ciudad de La Paz, las cuales controlan el tráfico, poniendo en práctica el Plan de Educación Vial de la Alcaldía Municipal.

El hecho tuvo repercusiones en medios digitales internacionales, los cuales pusieron la mirada en la forma peculiar en que educan a los choferes y los ciudadanos, porque además son parte del diario vivir en la sede de Gobierno.

Las Cebras llaman la atención de la gente que recorre las calles del centro paceño, con la amabilidad, humor y educación, cuando un conductor o ciudadano vulnera las reglas de tránsito, normalmente son queridas por los niños.

ALCALDÍA PACEÑA

Al respectó, El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (Gamlp) declaró el 4 de mayo del 2014, mediante la aprobación y promulgación de la ley 119/2015, Patrimonio Cultural de la Humanidad a la Cebras destacando su carácter educativo y su relación con la construcción de la cultura ciudadana.

“Declarar Patrimonio Cultural e Inmaterial del Municipio de La Paz a las Cebras - Educadores Urbanos, personajes tradicionales de la ciudad de La Paz, toda vez que tiene un carácter educativo relacionado con la construcción de cultura ciudadana”, establece el primer artículo de la Ley Municipal 119/2015.

Asimismo, se instituye que el Órgano Ejecutivo Municipal, en el marco de sus competencias y atribuciones, debe definir acciones de protección, conservación, promoción, investigación y valoración de las Cebras, ya que son personajes tradicionales y parte de la identidad paceña.

En la justificación de esta norma municipal se menciona que el diseño de este personaje se inició el 2001. Este proceso se inició a raíz de la situación caótica del tránsito en la ciudad de La Paz y por el avasallamiento de los pasos de cebra.

“Desde su origen, como herramienta para la educación vial, las Cebras han logrado la aceptación y valoración ciudadana, posicionándose en el imaginario paceño como una presencia amable que desde los espacios públicos convoca a la observación, reflexión y acción ciudadana para la transformación de la ciudad”, dice parte de los antecedentes.