Estambul.- Turquía bombardeó ayer por primera vez posiciones del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria, un cambio en la política llevada hasta ahora por el Gobierno islamista, que además ha abierto sus bases a los aviones de la coalición antiyihadista liderada por EEUU.
Al mismo tiempo, en una amplia operación policial en todo el país, dirigida contra simpatizantes de la guerrilla kurda y el EI, fueron detenidas ayer unas 300 personas por presunta vinculación con grupos terroristas.
Ambas operaciones arrancaron de madrugada, pero mientras que la intervención aérea en Siria duró apenas 13 minutos, la oleada de detenciones no se quedará en un episodio aislado, según el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.
“Esto no es una cosa de una tarde que luego se acaba. Esta noche se ha convertido en un punto de partida muy importante”, dijo también el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en referencia a la operación policial que se dirige contra todo tipo de organizaciones terroristas, sean yihadistas, marxistas o del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
En el tema de la lucha contra el EI, la base aérea de Incirlik, “se utilizará en un marco claramente definido”, indicó Erdogan, confirmando un acuerdo por el que el Pentágono podrá utilizar esas instalaciones en el sureste turco para sus vuelos contra el EI. (EFE)