Un estudio realizado por tres investigadores y dirigido por Sandra Aliaga en zonas periurbanas de El Alto, Cochabamba, La Paz, Santa Cruz y Sucre durante el 2010 reveló que el 61% de las mujeres que iniciaron su vida sexual no utiliza ningún método anticonceptivo moderno.
El estudio fue realizado a 1.386 mujeres entre 15 y 49 años, de las cuales 1.175 mujeres iniciaron su vida sexual.
Mientras que el 48% de las mujeres entrevistadas tuvo al menos un embarazo no deseado en su vida y el 13% de ellas al menos enfrento un aborto.
La actividad sexual comienza a partir de los 15 años para casi una quinta parte de las mujeres. De las 1.175 mujeres sexualmente activas, 205 (17.4%) reportaron haber tenido su primera relación sexual a los 15 años. Es más frecuente el inicio de las relaciones sexuales entre 16 y 18 años (40.2%) y luego, entre 19 y 21 (25.7%). El 12.6% tuvo su primera relación sexual entre los 22 y 25 años, y el 4.1% se inició después de los 26 años.
Además, del 38.7% de mujeres que usan métodos modernos, el 87.5% usa anticonceptivos temporales de plazo corto, es decir; condones, píldoras anticonceptivas, inyectables. Mientras que la efectividad de estos métodos está sujeta a su uso correcto y disciplinado.
El estudio da cuenta que los datos fueron proporcionados por mujeres que quisieron hablar del tema, por lo tanto. respetando el derecho a la privacidad. muchas de ellas prefieren no hablar del tema, factor que confirma que el abordar esta problemática aún se mantienen entre el miedo, duda y vergüenzas.
TESTIMONIOS
Entre los testimonios que publica la investigación se encuentran:
“El aborto no es legal, es sancionado. Por eso las personas vamos a buscar un lugar ilegal e inseguro”. (Grupo Focal)
“La parte legal influye porque como es ilegal, eso da lugar a que la gente no informe, digamos dónde hay esos centros y clínicas o el médico que hace el aborto. Eso es un impedimento, es un obstáculo”. (Entrevista en profundidad)
“No hay información. Es arriesgado. No sabes si vas a morir o vivir. Nadie te da la seguridad que todo va a estar bien”. (Entrevista en profundidad).
“Cuando comprobé que estaba embarazada, me sentí muy atormentada. No tengo quién cuide a mis hijas. Le comenté a mi prima, ella me avisó de las tabletas. Yo había oído, ya conocía a chicas y a mujeres que las han usado. Pensé que iba a ser mejor para mí.” (Entrevista en profundidad)
“Yo aborté porque estaba segura que no quería tener ese hijo. Casi me muero”, señala uno de los testimonios.
GOBIERNO
El propio Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia describe en su Plan Estratégico Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, 2009 – 2015 que “el aborto tiene consecuencias discriminatorias en las mujeres que se someten a ellos, dado que se trata de un procedimiento más o menos seguro dependiendo de la capacidad económica de la mujer, estableciéndose una relación directa entre el mayor riesgo de mortalidad y los recursos económicos con los que se cuente (…)”, indica el estudio.
El aborto inseguro se produce cuando la interrupción de un embarazo se lleva a cabo por personas que carecen del entrenamiento necesario y en condiciones no sanitarias. No sólo incide en las cifras de la mortalidad materna, sino que por cada mujer que muere a causa de un aborto inseguro, varias otras sobrevivientes sufren consecuencias de discapacidad y dolor permanente o de embarazos futuros complicados.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las complicaciones por aborto inseguro son responsables del 9.1% de las muertes maternas en Bolivia.
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