Hacia un pleno esfuerzo colegiado

La repetida cita e incorporación de ex mandatarios, con la denominación de “Consejo marítimo reforzado”, al actual equipo jurídico en actual representación y ejercicio, nos exige preguntarnos cuándo y cómo se materializarán aquellos esfuerzos, finalmente. Es que el consejo consultivo de ex presidentes y ex cancilleres ya estaba perfilado en la gestión 2011, por iniciativa del primer mandatario, es decir que hoy nuestra comunidad los presumía trabajando. Pero declaraciones insustanciales como “vivimos un momento histórico” o “pondremos el corazón”, etc. nos revelan inaplicación y dejadez en el apoyo que debe prestar la experiencia de este sector a las gestiones adelantadas de compatriotas comprometidos hoy en el actual triunfante esfuerzo nacional. Dicho sea de paso, ellos no precisaban de invitación alguna, por tratarse de un objetivo estratégico y de interés nacional.

Sin embargo de lo anterior, hoy afortunadamente nos encuentra mejor ubicados, tanto en el contexto regional como internacional, con instituciones y organizaciones regionales e internacionales más eficientes y vinculantes a sus resoluciones y sentencias, al margen del indudable apoyo internacional a nuestra causa, así como el magistral amparo moral del Santo Padre a nuestra causa.

No obstante lo precedente, es imperioso e inexcusable (y además tarea de todos) coadyuvar al equipo de trabajo en su esfuerzo frente a nuevas formas de agresión con las que, con mayor intensidad, responde nuestro oponente que, con embustes y falsedades, trata de contrarrestar nuestra reivindicación.

Por ello, la soberanía y la promesa del mañana exigen en la presente etapa, estimular y activar todo el ámbito político, económico y psicosocial del país, con la convocatoria a nuestros mejores profesionales en Derecho Internacional Público y Privado, a historiadores, investigadores, geodestas, expertos y diplomados en seguridad y desarrollo, así como a instituciones civiles y militares de asesoramiento geopolítico y geoestratégico, que sí los tenemos.

Desafortunadamente, la sola voluntad e innegable capacidad e inteligencia de nuestros actuales representantes -hoy ampliamente demostrada- no favorece, sin embargo, la visión conjunta, la planificación y la revisión compartida. Es necesario convencernos de que el esfuerzo en el presente momento histórico, debiera ser colectivo. Más aun avizorando la segunda etapa oral del recurso interpuesto, que con seguridad confirmará la jurisdicción y competencia de la Corte Internacional de Justicia, es decir que debemos continuar desarrollando estrategias en escenarios y discursos complementarios (que nuestro oponente hoy trata de imitar en forma burda y tardía), tanto en el ámbito bilateral como multilateral. Es necesario evitar, entre otras situaciones, que permanentes declaraciones y/o manifestaciones aisladas, incoherentes y prematuras de políticos y oficiosos en nuestro medio -probablemente de buena fe- sólo provoquen inseguridad y desacierto.

Observamos ausencia de unidades de trabajo de campo e investigación en representaciones tanto externas como internas, enlazadas en todo momento al país y principalmente a nuestro grupo de trabajo, que alcancen inicialmente mejores estrategias para la obtención de resultados más sólidos en relación con los esfuerzos individuales, desterrando en principio lo que la Patria menos desea: repetir los errores del pasado.

Pero Chile, al margen del trabajo de Cosena (Consejo de Seguridad Nacional, compuesto por sus tres Fuerzas), a cuya cabeza se encuentra la mismísima mandataria, para contrarrestar la estrategia boliviana, hoy exhorta en su país al acuerdo entre oficialismo y oposición. Convoca a ex cancilleres y comisiones de RREE del Senado y Diputados para conformar un equipo nacional e internacional -parodiando a Bolivia- en contra de la actual voluntad y sentir internacional, para la preparación de una perversa contra memoria boliviana.

Por todo lo anterior, debemos convencernos de que la demanda boliviana en La Haya, que incidirá en el ámbito político, económico y psicosocial de nuestro futuro inmediato, no sólo es cometido de la actual representación, es tema de unión nacional, de voluntad general. Corresponde dejar en paréntesis la política subalterna por la activa política internacional que el país requiere, ya que nuestra dignidad se encuentra por encima de cualquier interés sectario; es decir “cerrando filas” y haciendo un solo frente, por encima de la discrepancia política, encontrándonos más unidos que nunca.

Estamos seguros de que los líderes de los partidos políticos e instituciones cívicas y militares así lo entenderán.

El autor es abogado.