La periodista Beatrice Borromeo dejó el listón alto en su enlace civil en Mónaco, con dos diseños de Valentino, pero días después fue el sueño de una novia de verano. Radiante, como manda la tradición, la bella Beatrice lució un lírico traje de manga larga color marfil hecho a medida de Armani, de esta manera la inspirtación fue en la abuela del novio, la princesa Grace, demostrando que en ella se encarna el nuevo glamour de Mónaco.
Pierre Casiraghi (hijo menor de la princesa Carolina de Mónaco), y la periodista Beatrice Borromeo se dieron el idílico ´sí´ en dos enlaces. Primero en una sencilla ceremonia civil campestre en los jardines del palacio monegasco, rodeados de sus allegados. Días después lo hacían en el espectacular entorno de las Islas Borromeas en una ceremonia de cuento de hadas.
Para este segundo ´sí´, Beatrice lució dos Armani en la exclusiva celebración religiosa en el isolino de San Giovanni en el Lago Maggiore.
Ha sido una de las bodas más románticas en mucho tiempo. Como es habitual en todos los enlaces, la novia ha sido la gran protagonista, la más buscada y la que más intrigas ha despertado en cuanto sus estilismos. Beatrice –con sus seis vestidos- ha demostrado tener una elegancia y un saber hacer innato, del que ya había dado muestras en cada una de sus apariciones. Un glamour que inevitablemente recuerda al que Grace Kelly llevó al Principado.
Los invitados, entre los que se encontraban Haakon y Mette-Marit, Lana del Rey, Poppy Delevingne o Diane von Fustenberg llegaron a la isla en pequeñas embarcaciones. Entre los presentes, por supuesto, no faltaron las familias de los contrayentes al completo: los Borromeo, dueños de la isla en la que se celebró el enlace y los Grimaldi encabezados por la madre del novio, la princesa Carolina, Carlota, Andrea y Tatiana Santo Domingo y el pequeño Sacha y Estefania con sus hijas Paulina y Camille.
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