¿Autopropaganda?

El enclaustramiento no ha permitido que Bolivia se desarrolle a plenitud, por lo que recuperar el “mar con soberanía” se ha convertido en una política de Estado que la generalidad lo ha asumido como corresponde. La urgencia “obligó” al presidente Morales, eximiendo enconos, a convocar a ex presidentes para que lideren tal “encomienda”, por lo que Morales optimista dijo: “para mí ha sido una gran lección escuchar las experiencias de Eduardo Rodríguez Veltzé, Carlos Mesa, Jaime Paz Zamora, Jorge Quiroga Ramírez y Guido Vildoso, sus distintas propuestas, las observaciones respecto al tema del mar (TM). Si bien, hace mucho por una ligereza de “lengua” los “denostó”, ahora -de forma loable- expresa: “somos seres humanos, a veces nos equivocamos”. Sin embargo, esta “sinceridad” -como es “costumbre” en él- la “desahucia” con expresiones que tergiversan la naturaleza de este “equipo”.

Este comportamiento virulento, excluyente y colonial en él, desvirtúa la naturaleza jurídica del TM: “Si Evo no hubiera sido presidente el mar seguía olvidado; el Papa nunca hubiera apoyado el TM; si Evo no era Presidente el Papa nunca hubiera venido a Bolivia; si no había Evo no había la cumbre del G77, el Dakar”, etcétera. Una crucial recomendación de los expertos fue “no politizar el TM”, ¿por qué esa actitud en Evo Morales que denota una “autopropaganda” que insatisface a los bolivianos, con expresiones “exitistas”?, lo cual no es malo per se. Lo que ofende, discrimina y desmotiva a los bolivianos, son esas expresiones del “yo, yo, yo”.

Michel Foucault aduce que la “autopropaganda” es resultado de la desesperación por lograr adeptos para mantener el Poder. Humberto Eco refiere que ésta tiene como método: distorsionar la realidad maximizando y exaltando un protagonismo no correspondido ¿Por qué esa cuasi manipulación del TM? ¿Por qué defenestra al equipo jurídico que nos representa en la CIJ? Por todos los medios insufla al soberano la creencia de que el TM es un “éxito” de su gobierno, a comprobarse el 2020. Esta excesiva “autopropaganda” y forma de “utilizar” la imagen del Papa, al final puede tener el efecto bumerang, amén de que está contaminando políticamente al TM. Conociendo las consecuencias, propone un “diálogo” (negociaciones diplomáticas) con Chile, que Karen Longaric, abogada internacionalista, considera como posible error, pero el Presidente, de forma “inoportuna”, en complemento con algunos (políticos) insiste en sus “excesos” difusivos de una trilogía: el TM; la imagen del Papa y de él.

Su asombrosa forma de generar enconos con Chile ha motivado hace poco la difusión de un spot chileno donde se lo “ultraja”, y ello “incomoda” a Bolivia. Esta “autopropaganda” sistemática e inoportunamente está “distorsionando y generando momentos difíciles con “declaraciones” desaprensivas, cuyo intención -por sentido común- es persuadir al soberano (sin escuela) con baja educación, con la “creencia” de que el mundo gira en torno a él.

Es momento de revertir este escenario, eximir la “autopropaganda”, dejar al equipo jurídico internacional y ex presidentes hagan su trabajo. Es necesario dejar de “manipular” el TM, no puede ni tiene el derecho -como lo aparenta- de utilizarlo, al parecer para otro fin de conocimiento general y que es vox populi: Evo Morales busca su “re-elección”, cierto o no, es responsabilidad del soberano. Eso sí, tiene la obligación de respetar y acatar los preceptos internacionales que rigen en la Convención de Viena.

El autor es Director del Centro de Investigación, Servicios Educativos y de Comunicación (CISEC).