La bandera estadounidense comenzó a flamear ayer en la nueva embajada de ese país en La Habana tras una ceremonia encabezada por el secretario de Estado, John Kerry, quien arribó a Cuba para este histórico momento que culmina la primera etapa del relanzamiento de las relaciones diplomáticas.
Al son de los tambores, tres soldados subieron la enseña patria estadounidense a un asta ubicada frente a la sede. Decenas de invitados especiales y centenares de cubanos que se acercaron a la Embajada fueron testigos del relanzamiento de las relaciones diplomáticas.
Kerry aseguró, en la rueda de prensa conjunta, que los gobiernos de EEUU y Cuba tomarán los pasos necesarios para que la relación diplomática que acaban de establecer “madure”, con la misma “determinación” que permitió restablecer unos lazos que llevaban rotos más de medio siglo.
Por su lado, el canciller Bruno Rodríguez dijo que Cuba está dispuesta a abordar con Estados Unidos temas difíciles, en cuanto a “soberanía, democracia y derechos humanos”.