Bolivia tiene el reto de industrializar los minerales que produce. Las opciones están abiertas tanto para el sector público como privado, porque tienen la capacidad económica necesaria para ello. Falta examinar las perspectivas del país y luego tomar decisiones.
El sector público puede emprender la tarea con fondos fiscales, mientras que el privado puede hacerlo a través de empresas privadas o holdings, es decir, conjunto de empresas, de manera que cuenten con la suficiente capacidad profesional y financiera para emprendimientos mayores.