El 15 de agosto se conmemoró los 78 años de la fundación de Falange Socialista Boliviana, algo extraordinario cuando permanentemente aparecen y desaparecen agrupaciones políticas, porque no tuvieron ideología, doctrina, principios, propuestas y programas. FSB exalta, a través de su historia, un servicio incondicional a la Patria; y define su vigencia ideológica concreta, con la renovación de su voluntad de poder a través de su presencia orgánica.
De FSB su dimensión filosófica e ideológica se expresa a cabalidad en el socialismo participativo, al que se encuadraron los camaradas que ofrendaron sus vidas en el altar de la Patria, cimiento inamovible de la causa que hoy alimenta nuestra identificación y lucha por los desposeídos.
Los partidos políticos no nacen por generación espontánea, son fruto de un determinado acontecer popular. Fluyen de las células espirituales de una Nación, en un momento dado de su existencia.
La juventud que es vida, esperanza y porvenir los nutre y encarna hasta conseguir un nuevo Estado Nacional, como lo pensó Oscar Únzaga de la Vega, Jefe fundador de FSB.
Falange, por ser fuerza organizada y disciplinada para la lucha y el trabajo, es un símbolo de unidad y armonía.
Socialista, porque inspirada en la inmortal cultura cristiana, propone realizar la justicia social en un país donde campea la explotación política y económica, lo que significa instaurar en la vida nacional el imperio de la justicia social.
Boliviana, porque se inspira en un profundo fervor patriótico y nacionalista para encontrar soluciones. FSB es un movimiento popular, que congrega en sus filas a todos los bolivianos que luchan por forjar una Patria grande y justa.
Algunos de los principios doctrinarios que reconoce FSB son: La dignidad de la persona humana; la vigencia y el respeto irrestricto de los derechos del hombre proclamados por la ONU; libertad, justicia y paz como valores permanentes de la convivencia civilizada; sistema democrático de gobierno regido por un Estado de Derecho; el deber de luchar contra toda forma de opresión y tiranía; respeto a la familia; goce de todos los derechos de la mujer, respeto a su dignidad, su vida honesta y a su función específica en la familia y en la sociedad; libertad de expresión de creencias y de educación; derecho de libre asociación; derecho al trabajo y la obligación del Estado de fomentarlo; derecho a la propiedad privada y a la función social de ésta; lucha contra toda forma de explotación del hombre; lucha contra toda forma de privilegio; lucha contra toda forma de monopolios, abusos de posiciones; desarrollo integral y autosostenido que garantice mejores condiciones de vida.
Las ideologías y doctrinas verdaderas permanecen a través de la historia y el tiempo.
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