Cochabamba
Autoridades pudieron evidenciar que, pese a las normativas que prohíben la venta de animales silvestres, los comerciantes ocultan en sus casetas loros, parabas y halcones
Cochabamba, (EL DIARIO).- Una inspección realizada por el concejal Edwin Jiménez a la feria de animales en la zona de la Pampa constató ayer que estos viven en condiciones precarias y son objeto de maltrato de los comerciantes quienes no les proveen de alimento y agua.
“Hay una gran cantidad de gallinas, palomas y perritos que están hacinados en las jaulas, también hemos podido ver que no tienen alimento ni agua”, denunció.
Según declaraciones de Jiménez, en la inspección se pudo evidenciar que, pese a las normativas que prohíben la venta de animales silvestres, los comerciantes ocultan en sus casetas loros, parabas y halcones. Pidió que se realicen operativos sorpresa para que se rescaten a estos animales.
“En varias casetas hemos visto animales silvestres que están prohibidos, no se pueden vender estos animales”, recordó.
Explicó que la Ley 1333 y ordenanzas municipales sancionan la tenencia y venta de especies silvestres que se encuentran en peligro de extinción. Los comerciantes serían pasibles multas y el cierre de sus puestos.
Asimismo, indicó que la feria de animales que funciona al final del mercado de la Pampa carece de todas las condiciones mínimas. Se debería proceder a la clausura del lugar y construir nuevos ambientes.
Según denuncias de la población, son los mismos comerciantes quienes ofrecen animales silvestres que traen desde la zona del trópico de Cochabamba. También se venden perros robados.
“Deberían intervenir este lugar, venden hasta perros robados, donde están nuestra autoridades”, manifestó una de las personas que se encontraba realizando sus compras en el mercado de la Pampa.
Al respecto, el exintendente municipal, Emilio Cortez, señaló que ya se realizaron varios operativos para rescatar a los animales y clausurar las casetas pero son los mismos comerciantes que vuelven abrir los puestos y reinciden infringiendo las normativas pese a tener conocimiento de estas.
“La población no pude ser cómplice comprando estos animales silvestres, los comerciantes tienen que respetar las normas”, indicó.
Agregó que los animales silvestres y domésticos que son rescatados, en la mayoría de los casos se encuentran enfermos y desnutridos. Son trasladados hasta un centro especial que funciona a orillas de la laguna de Alalay, pero difícilmente se vuelven acostumbrar a su habitad natural.
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