Han transcurrido 190 años de la creación de Bolivia como Estado libre, independiente y soberano. Desde entonces la rinde su homenaje de respeto y admiración al Libertador Simón Bolívar, a Antonio José de Sucre y a otros insignes patriotas, por haberse sido los artífices de la fundación de nuestro país en 1825.
Este tributo permanece invariable en el corazón de los bolivianos, por sus virtudes y bondades al servicio de la Patria, donde se forja la unidad del pueblo, la vida de la nación y la existencia del Estado.
En estos 190 años de vida republicana no todas las acciones del pueblo boliviano fueron vanaglorias, sino también tristezas y frustraciones, como la injusta pérdida de más de la mitad de nuestro territorio en confrontaciones bélicas o tratados diplomáticos, incitados por la piratería transnacional, por usurpadores de nuestras riquezas naturales.
Las penurias y frustraciones son innumerables, por inseguridad ciudadana, inseguridad jurídica, inseguridad alimentaria. Se importa miles de toneladas de alimentos y frutas para cubrir la canasta familiar, debido a la insuficiente producción agropecuaria y como contrapartida aumentaron los “catos” de coca, particularmente en el Chapare. Según expertos en la materia, más del 90% de coca se va a la elaboración de cocaína para el narcotráfico, mal universal que debe ser extirpado para bien de la humanidad y en su lugar restablecer la producción de alimentos y frutas, como imperativo nacional.
CORRUPCIÓN
Uno de los males de la vida republicana es y ha sido siempre la corrupción enquistada en el aparato administrativo del Estado, en los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, etc., donde están los cimientos de inmoralidad, libertinaje económico, arbitrariedad, prebenda, autoritarismo y cinismo. Son incubadores de la corrupción que corroe la estructura económica, política y social del país.
La corrupción fue siempre un privilegio de los partidos políticos en función de gobierno, de derecha, izquierda y del actual gobierno “socialista comunitario”, son los autores del despilfarro, de malas inversiones y gastos desatinados, etc.
“AMA SUA, AMA LLULLA, AMA KELLA”
La utopía ancestral del gobierno indígena – campesino (no seas ladrón, no seas mentiroso, no seas flojo) es utilizada para engatuzar a la ciudadanía consciente del país, porque la realidad de vida es otra y para prueba basta un botón:
FONDO INDÍGENA
Dirigentes indígenas – campesinos aprovechando la ingenuidad de las multitudes ignaras, manejadas como marionetas en las manifestaciones públicas, tuvieron la osadía de engañar a las bases que sustentan al gobierno del MAS, para despilfarrar 615 millones de dólares en 9 años, según información de la prensa nacional (ED 13-3-2015 HV) y curiosamente la Contraloría, la Asamblea Legislativa, el Ministerio de Economía y Finanzas no exigieron rendición de cuentas a los timadores de los dineros del pueblo boliviano, quienes orondos, llenos de vanidad, disfrutan de las delicias que ofrece, el poder sin tomar en cuenta el refrán que dice: “No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista”. Entonces es imperativo para los delincuentes devolver los dineros del Estado, en caso contrario, la cárcel los espera.
Dios proteja a los gobernantes y gobernados.
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