Juan Bautista del C. Pabón Montiel
Los casos “Porvenir”, “Chaparina”, “Caranavi”, los marchistas de Potosí, parecen eslabones de reacciones de la vieja oligarquía que derrocamos con la revolución nacional de abril de 1952. Palo y gases son ahora para los guaraníes de Takovo Mora, del oriente nacional.
La “revolución cultural” no es el “Noveno Thermidor de la Revolución Francesa”, porque nació mal nacida. No es al estilo cubano que mandó al paredón a todos los batistianos corruptos y represores de las dictaduras de los años 50. Menos es la revolución ortodoxa China o la Revolución Rusa de 1917. Tampoco es una revolución en armas, como la fueron otras, entre ellas la del MNR, con milicias populares y mineros explosivos.
Resulta una “revolución” extraña, manirrota, racista y despreciadora de los hombres del campo que lo apoyaron en su momento, viendo en Evo Morales Aima un Túpac Katari o Túpac Amaru del Siglo XXI, reeditando los alzamientos del Siglo XVIII que sacudieron los cimientos de Indoamérica colonial.
En términos marxistas, no hay transformación de la economía, menos de la educación que libera y redime a los pueblos. Esta es una revolución ciega, del lujo de los gastos, de holganza, bonos, pantomimas, de la creación de nuevas deidades que apenas las hacen nacer, mueren neonatas.
Hicimos esta introducción por las denuncias de los originarios guaraníes, divulgadas por la prensa nacional y por sus caciques en Radio “Santa Cruz”. Allanamientos, gases, golpes a vista del fiscal José Morales que denunció las agresiones.
Por enésima vez nos preguntamos: ¿qué funciona mal en el gobierno? ¿Es la derecha o sus fantasmas incrustados que le hacen obrar mal? ¿Los hombres del gobierno, los asambleístas, no conocen las condiciones de vida de los pueblos originarios: desnutrición en niños, mala alimentación de madres; clima tórrido en el que trabajan sus jefes de familia pij’chando coca y de yapa alcohol? Y encima reciben palo por lo que piden: ¡consulta previa!
¿Por qué no cumple con las mismas leyes y Constitución que aprobaron “manu militari” ellos mismos? Las preguntas prosiguen cual rosario de lágrimas de los verdaderos pueblos originarios del oriente boliviano. Los ayoreades -grupo étnico ayer nómada, hoy sedentario- son utilizados para reprimir a los presuntos enemigos del alcalde de turno, con el pago de alcohol y comida chatarra en Puerto Suárez (1).
Primero, la oligarquía acabó con los chiriguanos -en los primeros años de la república- con escopetas, ahora reprimen a los otros grupos con limosnas y palo a los que no se someten. Hoy, con el rostro indio o mestizo es igual a la “democradura” de los años 90. ¿El país surrealista?
En Bolivia se repite la historia de las masacres, como una rueda macabra, unas veces con brazos humanos, otras postmodernistas con el nombre de “Revolución cultural” a puntapiés, juicios, amenazas y chantajes.
Referencias:
(1) El exalcalde Roberto Vaca Yorge, candidato impuesto por dirigentes del MAS, en las elecciones municipales, utilizó, en diciembre de 2014, a los ayoreos para cerrar las puertas del municipio, impidiendo el trabajo del Alcalde interino Alex Antelo El Hage. En tanto se desfalcó ocho millones de bolivianos, con cheques girados a su plana ejecutiva y otros subalternos. Hoy, preso por un tardío juicio del Ministerio de Transparencia, los otros fugaron.
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