Mantener la compostura

El gobierno está lanzado a una desgarradora carrera por conseguir que las petroleras inviertan en exploración en el país, justamente cuando todas ellas en el mundo han decidido frenar en seco sus inversiones.

“Van a recibir privilegios y premios”, dijo el vicepresidente ante el congreso organizado por la CBHE, y el ministro del ramo, Luis Alberto Sánchez, llegó a hablar de una recompensa de 988 millones de dólares para las petroleras.

Pero la representante de las petroleras, Claudia Cronenbol, que preside la cámara, no sabe de qué se tratan esos anuncios y no conoce ningún proyecto de ley que incluya esos premios.

Hasta ahora, el gobierno del MAS sólo ha aprobado decretos o instrucciones internas para los “costos recuperables” y los “pagos devengados” para obras no concluidas, pero no ha avanzado en una ley. Todo parece provisional, por debajo de la mesa.

Esta relación con las petroleras comenzó cuando el gobierno del MAS decidió ocultar las auditorías hechas a esas empresas en 2006. El ingeniero Enrique Mariaca murió preguntando qué pasó con esas auditorías. Funcionarios del SIN que las hicieron dicen haberlas concluido pero que una orden superior les impidió fijar los montos de las multas. La Contraloría no se ha interesado en este tema.

Pues ahora, el gobierno quiere que las petroleras inviertan en exploración y ha decidido cubrir todos los flancos. El presidente despreció a los pueblos indígenas, a los que ahora se los reprime con mucha dureza, está en duda la “consulta previa”, se han abierto las “áreas protegidas”, se ofrece “privilegios”.

¿Qué causó esta histeria? Marco Tavares, de Gas y Energía de Brasil dijo en el congreso de la CBHE: Bolivia no tiene gas suficiente para atender una mayor demanda de gas. Los argentinos no lo dicen, pero no completan el ducto necesario para que las exportaciones lleguen a 27,7 millones m3/d (10 millones más de los actuales).

No hay que perder la compostura. Las petroleras no quieren ni privilegios ni regalos ni acuerdos por debajo de la mesa. Son los precios que reciben por la producción lo que les interesa. Vender petróleo en 27 dólares el barril no les atrae.

Entonces: ¿gasolinazo? Pero, en ese caso ¿qué pasa con la re-re-re elección?

Ese es el verdadero tema.

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