La simpatía, amabilidad, buenos valores, alegría, ternura y respeto demostrado por las Cebras paceñas a la ciudadanía, hacen que sus enseñanzas sean reconocidas en otros países.
Las educadoras viales que con el paso del tiempo cada vez van robando corazones y que también van ocupando más espacios, ahora se trasladarán a la ciudad más joven de Bolivia, El Alto.
El programa de educadores urbanos será replicado en la ciudad alteña tras un acuerdo suscrito entre la alcaldesa de esa urbe y la concejala municipal y mamá cebra, Kathia Salazar.