Siempre de pie y con altivez

Hubo tantos compromisos, convenios, tratados, incluso protocolizados por los gobernantes chilenos desde la invasión alevosa y premeditada a nuestro Litoral, para apoderarse de los puertos de Antofagasta, Mejillones, Cobija o La Mar, con apoyo de Inglaterra el 14 de febrero de 1879. Su malsana intención era apropiarse de cuantiosas riquezas, como guano, salitre, azufre, plata y el inmenso yacimiento de cobre en Chuquicamata, Calama.

Y ante el reclamo para que nos devuelvan parte de lo usurpado, siempre nos prometían solucionar el problema del enclaustramiento al que nos sometieron. Por eso está bien que ante tantas promesas incumplidas, el Gobierno actual haya acudido a la Corte Internacional de Justicia en La Haya.

Lo malo al presente es que no se toma en cuenta plenamente el apoyo abrumador de ex presidentes, diplomáticos, cancilleres, ministros, embajadores, tratadistas, historiadores, de dentro y fuera del país. Nos referimos al pronunciamiento categórico del Papa Francisco; del cardenal chileno Ricardo Ezzati, quien calificó de “justo y adecuado” el llamado del Papa; el apoyo de trabajadores argentinos. Por su parte un medio digital chileno publicó que el vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Norberto Díaz, dijo que tanto el respaldo de los trabajadores argentinos como la demanda presentada por Bolivia son legítimos y consideró que Chile tendrá que dialogar a futuro sobre una salida al mar para Bolivia. No olvidamos el apoyo masivo de las madres de la Plaza de Mayo, de su líder la Sra. Hebe de Bonafini, quien sarcásticamente dijo que “la Bachelet tiene mucho mar”. En resumen, el apoyo es masivo y va creciendo cada día más en el ámbito continental.

Por lo tanto, no es correcto que se diga con garantía y de aquí a 5 años, así fuese a un año, que no van a aceptar, que son muy reacios y tozudos al respecto.

En 1963 fueron interrumpidas las relaciones diplomáticas a raíz del desvío abusivo del río Lauca por parte de Chile. También recuerdo las tratativas por las aguas del Silala, el 14 de noviembre de 2008 en Santa Cruz, entre el vicecanciller V. Hugo Fernández y María Teresa Infante Caffi, cónsul de Chile, por las cuales increíblemente sólo se acordó un pago del 50% por aguas que afloran íntegramente en territorio boliviano.

Debería haberse hecho prevalecer el pago por el 100% y lo más antes posible. Nunca cumplieron y tienen agua gratis desde 1908. “Que le agradezcan eternamente al Prefecto de Potosí”, por entonces René Calvo Arana, que les hizo semejante regalo al concederles esas aguas sin haber hecho prevalecer el pago correspondiente desde ese mismo momento por parte de los beneficiarios: la Empresa – The Antofagasta Chile And Bolivia Railway Company Ltda, y Codelco. Inclusive después ante una notificación de la Empresa Boliviana Duted SRL, administradora de aguas, se negaron a pagar.

Nada se dice sobre la deuda histórica de más de 100 años por el uso abusivo de este líquido elemento. Según el experto Mario Ojara Agreda, ellos tendrían ya nomás que resarcirnos o indemnizarnos con dos mil millones de dólares americanos (Fuente: EL DIARIO, 06-09-08).

Termino recordando palabras que nos decían hace muchísimo tiempo: “enfoque fresco”, “confianza mutua”, “referéndum”, “Agenda de los 13 puntos”, “la amistad de los chilenos es falsa, nunca actuaron de buena fe, eternamente se comprometían y nos mentían”, “no podemos ser tratados como incautos o tontos útiles”. Por lo tanto se debe tomar medidas acertadas de una vez por todas y no esperar hasta el infinito que solucionen ellos este litigio referente a una salida al mar o puerto propio con soberanía para Bolivia. Nunca deberían ser ellos jueces y parte y, lo más increíble, queriendo desconocer las amplias facultades que tienen los miembros de la Corte Internacional de Justicia para considerar nuestra justa demanda.

Por estas consideraciones, ahora no queda otra opción que desviar nuestro comercio exterior por los puertos peruanos de Ilo, Mollendo y Matarani, tomando muy en cuenta, además, el bloqueo o paro en puertos chilenos, que duró muchos días, ocasionando un grave perjuicio a industriales, comerciantes, importadores y transportistas bolivianos. Así dejaríamos de favorecer a la economía, comercio, industria, hotelería y turismo del país de nuestros eternos enemigos, los gobernantes chilenos. Todas las recientes medidas arbitrarias de paros, huelgas, bloqueos y otros en puertos de Chile, estaban planificadas, no son más que represalias tomadas por la demanda que hicimos ante la CIJ de La Haya en Holanda.

No debemos esperar hasta las calendas griegas que se solucione este litigio.