Corea del Norte y Corea del Sur acordaron durante maratónicas conversaciones una serie de medidas para resolver una escalada de tensión que había dejado a los dos países vecinos y rivales al borde de un conflicto armado.
Las medidas, detalladas en un comunicado conjunto, incluyeron un muy inusual gesto de Corea del Norte, que “expresó disculpas” por el estallido de dos minas que este mes mutiló a dos soldados surcoreanos que vigilaban la zona fronteriza.
Por su parte, Corea del Sur aceptó detener la transmisión de propaganda contra el régimen comunista norcoreano, a través de altoparlantes ubicados a lo largo de la frontera, una práctica que había reanudado –luego de una interrupción de más de una década– en represalia por las explosiones de las minas.
Los altoparlantes serán apagados mañana al mediodía, y a la misma hora Corea del Norte levantará el “estado de casi guerra”.