Potosí, pese a todo

Potosí en días pasados recordó a la conciencia nacional que tiene propuestas incumplidas por parte del Gobierno. Sin embargo, el derroche electoral que se avecina, con motivo del Estatuto Autonómico puede evitar que en sus filas se multipliquen los rebeldes y al fin se imponga el diálogo con soluciones compartidas, razonables, equitativas y duraderas.

LA CUESTIÓN IMPLÍCITA

A 17 de agosto el presidente Juan Evo Morales sostuvo que el Gobierno tiene proyectado “20 pequeñas plantas hidroeléctricas, que generarían más de 30 megavatios” (1). Ciertamente que la revelación no solamente resulta espectacular, sino que habría de esperarse que una de ellas pueda concretizarse con una organización paralela que determine su total independencia de gestión. Así se podría hablar de un Instrumento permanente de la evolución del desarrollo, como bien desea todo un pue0blo. Entre tanto, Potosí precisa de actividades productivas para generar fuentes de empleos y en ello, el pueblo calcula mejor sus propias posibilidades y condiciones del medio ambiente en el que vive; entonces, ¿por qué “20 pequeñas plantas hidroeléctricas”, si no se podrá hacer la felicidad de los potosinos sin ellos y contra ellos?

LA INTERVENCIÓN DEL PUEBLO

Sin embargo, Potosí a tiempo de escuchar la decisión para las “20 pequeñas plantas” todavía cree que puede haber diálogo con quien le dice “que tiene todo preparado para adjudicar otro estudio en el río Caine, donde se estima generar 130 megavatios” (2). Aun fuere así, con el conflicto de los 26 días protagonizado por el Comité Cívico de Potosí, (Comcipo) debemos admitir que la intervención extendida y activa de los trabajadores en la gestión de las empresas como de la nación, ¡es una exigencia mayor de nuestro tiempo! Potosí ha enseñado que nada puede esperar de quienes ven resquebrajados sus ideales o piensan ahora en los recortes presupuestarios. Los líderes están en entredichos carentes de ideas para el futuro, que -cuando las cosas van mal- echan la culpa a la baja de los precios y cuando algo mejora no tardan en echarse flores a sí mismos o, cuando menos, colgarse medallas de asesores internacionales.

Potosí resiste de momento, ya que los oscuros nubarrones volverán, gracias al sentimiento potosino que sigue auténtico pese a las dificultades y a los errores. Pero también Potosí puede considerarse participe de un medio social privilegiado, espoleado por la adversidad; en ello poco importa que el furor del odio galope sin freno. Construir un Potosí más justo es el gran reto, favoreciendo en los hechos el desarrollo de las formas democráticas de gestión.

1.- EL DIARIO, El presidente pide disculpas. La Paz 17 de agosto de 2015. Pág.1.

2.- Ídem.