La noticia de perfil
Preocupado por la evolución ideológica que pudiera operarse en mi corresponsal asignada al Palacio de Gobierno hace más de un año, le pregunté si ya se había convertido en socialista, o comunista, bartolinista o futbolista, sorprendiéndome al escucharla responder: “Ahora soy monárquica, compadrituy, y mi rey es Su Majestad Evo Primero… Rey Plurinacional del Kollasuyo y Figura Mayor de su Folclore”.
Al escuchar semejante declaración de mi reportera palaciega, estuve a punto de sufrir un soponcio y -en gesto de rara astucia- me abracé de la bambina cochabambina, quien no ofreció resistencia a mi “apechugada”. Ella me serenó con unas cuantas cucharadas de “caldo de cardán” y así pudimos continuar con nuestro diálogo.
La cholita cochalita comenzó diciéndome que nuestro monarca Evo nunca le habló de la “silla presidencial” sino del “trono presidencial”, donde nadie puede poner sus asentaderas, ni siquiera Alvarito, quien debe utilizar su sillita propia cuando reemplaza temporalmente al monarca, cuando éste (perdón, el monarca) debe viajar al extranjero a celebrar el cumpleaños de Fidel Castro u otros monarcas de la Realeza del Sur y Centroamérica, sin dejar de nombrar a otros monarcas de la Realeza Europea y también Asiática como China, Vietnam y Corea del Norte.
Como todos los reyes de verdad, nuestro monarca nacido en Orinoca tiene su propia Corte (aparte de la Corte Electoral) formada por caballeros y damas de alta alcurnia, siendo los más cercanos y notables el ministro Quintana y el tesorero real Luis Arce Catacora, quien maneja las bóvedas del Banco Central; entre las damas de la Corte sobresale por su belleza, elegancia y dinero Lady Nemesia Achacollo, recientemente promovida del Fondo Indígena, Fondo mágico donde desaparecen los fondos que también suelen servir para obras que convienen a nuestro monarca.
Como ya llevaba mi boca abierta cerca de una hora, Macacha me la cerró dándome un golpecito en la nuca y diciéndome: “No se asombre tanto, compadrituy, pues le comunico que nuestro monarca Evo ha dicho a algunos caballeros y damas de la Corte que no disminuirá sus empeños hasta lograr el funcionamiento de la planta nuclear en Mallasilla, barrio residencial de La Paz, haciendo caso omiso de algunos ciudadanos como usted, que le sugirieron la construcción del mismo en Orinoca, que se halla situado en pleno altiplano perteneciente a Oruro”.
Y luego de confirmarme su adhesión a la nueva monarquía instaurada en nuestro territorio a la cabeza del rey Evo, el actual Palacio Quemado se convertirá oficialmente en “El Palacio del Silpanchu”, donde ella continuará trabajando como mi leal y fiel corresponsal, concluyendo su información con su sincero grito de “¡¡¡Viva el rey Evo Primero!!!”.
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