Bolivia pagó caro su osadía, cayó estrepitosamente

Bolivia la pasó mal, pagó caro su osadía frente a la Selección mejor rankeada del planeta, Argentina. Anoche, en Houston, dimos las dos mejillas y así nos fue, se perdió por goleada: siete goles contra cero.

El rosario de goles en una contienda desigual, donde la Verde se expuso ante un adversario que sabe adornar sus victorias cuando enciende sus luces, que tuvo como protagonistas a Lavezzi, Agüero y Messi que anotaron a dos goles, y el cierre con la firma de Correa.

Ya en la primera mitad de juego, el tres a cero, daba lugar a la intención del equipo de Gerardo Martino y que por lo demás se asemejaba a una mera práctica con un público que se llenó de entusiasmo cuando el mejor jugador del planeta, Lionel Messi pisó el césped, cuando corría el minuto 19 del complemento.

Esta humillante caída de Bolivia era previsible, puesto que fue la consecuencia de la improvisación y la crísis en la que está sumido el fútbol por los desatinos de sus conductores. Quiza este desenlace tejido en el terreno de juego, y en un lance amistoso, no sea la mayor preocupación para el aficionado del país, sino lo que podría suceder en lo venidero, cuando se esté hablando de los encuentros eliminatorios de cara al Mundial de Rusia 2018.

Hay una frase repetida en sentido de que se aprende de los errores, y la mayor preocupación –por ahora- es el saber si la dirigencia en sus diferentes estamentos está en capacidad de responder a la infinidad de interrogantes que se han venido abonando respecto a su equivocada gestión. En las actuales circunstancias qué se les puede cuestionar a los jugadores, al cuerpo técnico que asomó al amistoso, si apenas tuvieron tiempo para subirse al avión y acudir a un compromiso frente al subcampeón mundial y de la Copa América.

EL PARTIDO

Bolivia no tenía argumentos para soportar la superioridad del rival que física y tácticamente fue infinitamente superior. La albiceleste cimentó sus aciertos cuándo le ocultó el balón a Bolivia e hilvanó jugadas bien estructuradas, en resumen jugó a placer. Así como afloraban los aciertos de la albiceleste, las licencias en la marca y la falta de ideas del plantel nacional, que se ponían a tono con un resultado que pudo ser mayor.

Para dar idea de lo sucedido, en todo el desarrollo del juego, Argentina hilvanó una veintena de ocasiones de gol, de las que concretó siete, y la Verde escasamente se anotó cuatro oportunidades, de ellos uno que llegó a la red, porque el juez consideró que hubo posición adelantada de Eguino que había puesto el frontal para anular al meta Romero (16’ ST).

LOS GOLES

La progresión de los goles de una jornada pródiga para la albiceleste fue como sigue: En la primera etapa, Lavezzi, recibió un pase gol de Agüero ante una defensa dormida, su disparo cruzado y bajo venció a Vaca (4’ PT). Agüero, por el flanco derecho sin marca y ante un frágil salida de Vaca, con un ‘globito’ elevó la cuenta (33’ PT). Lavezzi, tras una combinación con Agüero vuelve a superar a un desprotegido Vaca (40’ PT).

En el complemento, Agüero elevó la cuenta a cuatro con disparo por encima del golero junto al palo derecho (14’ ST). Messi, con el parietal izquierdo convierte el quinto,(21’ ST) en una jugada donde le ganó en el salto a Raldes y acomodó a donde no pudo llegar Vaca, y él mismo (29’ ST) alargó la cuenta a seis. El cierre fue para Correa (38’ ST).

Genaro Orellana